Gamesa Lerma no necesitaría más ajustes pero depende del grupo

P.C.P. / Burgos
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La dirección comunica al comité que la previsión de carga de trabajo no haría necesario otro ERTE como el que está en vigor hasta diciembre, pero todo depende de los planes que presente Siemens el día 21

Imagen de archivo de un trabajador en la planta de Lerma, donde se montan multiplicadoras. - Foto: Luis López Araico

La planta de Gamesa en Lerma tiene una previsión de carga de trabajo para 2024 lo suficientemente importante como para no necesitar medidas de ajuste como las que todavía se están aplicando este año, con un ERTE para casi toda la plantilla entre enero y diciembre. La dirección se reunió ayer con el comité para comunicarles lo que en principio supone una noticia positiva, si bien los trabajadores no se pueden sacudir la incertidumbre y viven pendientes de la situación general del grupo Siemens Energy y de sus malos números.

Y así estarán hasta el 21 de noviembre, fecha en la que se darán a conocer los planes de futuro tras la presentación de resultados, prevista para el día 15. Será entonces cuando se concreten las pérdidas -se han adelantado unas estimaciones negativas de 4.500 millones- y los posibles recortes, que según las informaciones que han trascendido en las últimas semanas a través de dirigentes sindicales nacionales pasarían siempre por una reestructuración de plantilla y podrían conllevar en el escenario más crítico al cierre total y el despido de los 5.000 trabajadores en España.

Por lo que respecta a la planta de Lerma, fuentes del comité reconocen que la situación se vive con «incertidumbre y nervios», aunque aún no han iniciado ninguna movilización y se mantienen a la espera de lo que suceda.

En el anterior proceso de reestructuración de personal salieron de la compañía 475 personas En España, la mayoría de puestos de administración y gestión. La planta de Lerma comenzó a funcionar en 2006, se amplió en 2018 en 1.200 metros cuadrados, con la incorporación de nuevas plataformas de montaje para multiplicadoras (los 'motores' de los aerogeneradores), y «hasta ahora siempre ha dado beneficios», subrayan los representantes sindicales, que mantienen la esperanza tras conocer que la dirección baraja unas previsiones de montaje de multiplicadoras muy similares a las de este año. De hecho, la de la villa ducal es una de las fábricas que pudo a la venta el grupo el año pasado. Aunque ha habido en varias ocasiones rumores de compra, la situación actual de Siemens Energy ha paralizado cualquier operación, a la espera de ver cómo se concreta el plan de ajustes de todo el grupo.

«Una mala integración». Mientras, en Alemania se sigue la crisis muy al día, aunque por ahora se ha descartado el rescate con dinero público. En una entrevista publicada en un periódico alemán el lunes y recogida por la agencia EFE, el presidente del consejo de supervisión de Siemens Energy, Joe Kaeser, reconoce problemas en la integración de la compañía española de energía eólica Gamesa, que ahora debe solucionar la dirección.

«En eólica la situación muy seria. Todo el sector tiene pérdidas horrendas. Se trata de una industria joven que hasta ahora no se ha consolidado», declara Kaeser, que fue consejero delegado del grupo industrial y tecnológico Siemens desde agosto de 2013 y hasta febrero de 2021.

«Intentamos entonces iniciar la consolidación con la fusión con Gamesa. Una mala integración y numerosos anuncios de producto impidió éxitos y junto a los problemas del sector llevó a una situación muy seria en la filial de energía eólica, que ahora obstaculizan a todo Siemens Energy. La dirección debe solucionar ahora este problema concentrado y sostenible», según explica Kaeser al Welt am Sonntag.