Las ciberestafas ya son tan comunes en Burgos como los hurtos

FERNÁN LABAJO / Burgos
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La Policía Nacional dedica cada vez más medios a luchar contra los delitos informáticos y trata de concienciar a la sociedad para que sea más cauta cuando usa la tecnología

El grupo de investigación de delitos informáticos incrementó un 50% su plantilla. - Foto: Alberto Rodrigo

El truco más viejo del mundo, el anzuelo más utilizado a lo largo de la historia y que a priori resulta incomprensible que alguien lo muerda, internet lo convierte en la estafa más rentable. A los delincuentes no les hace falta salir de casa para dar palos. Basta con mandar mensajes, llamar por teléfono o buscar la manera de secuestrar información de empresas para obtener un atractivo botín. Los delitos informáticos ya están al nivel que los hurtos. Pero claro, el bolsillo de las víctimas sufre bastante más. De ahí que la Policía Nacional cada vez dedique más recursos a perseguir estos timos. 

En los últimos tres o cuatro años, sobre todo a raíz de la pandemia, nos hemos cansado de contar que las infracciones que más crecen son aquellas que se cometen a través de las nuevas tecnologías. En 2022 se contabilizaron 2.851, un 82% más que en 2019, lo que supone casi doblar las denuncias. La gran mayoría son estafas. Esto supone que a lo largo de este tiempo se han equiparado a la criminalidad más común, que son los hurtos o robos al descuido (2.856). 

Son muchas las cuestiones que explican este espectacular crecimiento. La primera, el uso masificado de las nuevas tecnologías. «La pandemia disparó el comercio online y también el uso de banca por internet. Los malos, que no tienen otra cosa de hacer, solo tienen que lanzar miles de trampas y esperar a que alguien pique. A nada que alguien lo haga, ya le supone una rentabilidad tremenda», señala Antonio Salguero, inspector al mando del grupo de delitos informáticos de la Comisaría Provincial.

La cuestión, añade, es que estas estafas suponen fraudes de miles de euros en muchas ocasiones. «Un virus que secuestra la información de una empresa o el engaño llamado 'Man in the Middle', que son los más comunes a día de hoy, pueden provocar pérdidas muy elevadas. El primero porque, si la compañía no tiene copia de seguridad y pese a que recomendemos que no lo haga, es muy posible que lo haga. El segundo, porque atañe al pago de facturas de proveedores que, normalmente, son cuantiosas». 

Las campañas de concienciación y el asesoramiento que tratan de llevar a cabo a través de Participación Ciudadana han conseguido concienciar a muchas empresas y también a ciudadanos a la hora de invertir en seguridad. Pero Salguero reconoce que queda mucho por hacer. «La gente es muy descuidada. Sobre todo cuando reciben mensajes de ofertas. Por otro lado, por más que insistimos, seguimos viendo que las contraseñas o las medidas de privacidad son muy fáciles de obtener para determinados delincuentes». 

En este sentido, el inspector del grupo de delitos tecnológicos insiste en que es necesario «desconfiar» de las ofertas. «Si ves un anuncio de un teléfono que cuesta 800 euros por 100, desconfía. Sobre todo si no son páginas oficiales. En Facebook u otras redes sociales, no hay seguridad de ningún tipo. No te van a asegurar la veracidad de ese producto que se vende», comenta Antonio Salguero. Tampoco, completa, «debemos hacer caso a las llamadas de bancos o empresas telefónicas que nos ofrecen pagar menos. Eso rara vez ocurre, por no decir nunca. En caso de duda, debemos llamar nosotros mismos para corroborar su veracidad». 

Por otro lado, también recomienda no salirse de todos aquellos portales seguros para ahorrar unos euros. Puede salir muy caro. «Si nos dicen por privado que es mejor hablar en otro chat y hacer negocios al margen de la web oficial, debemos ponerlo en duda. Si lo gestiona un sitio de confianza, al menos tenemos a quién reclamar en caso de salir mal», reitera el inspector.

Inteligencia artificial. La irrupción de aplicaciones que crean documentos, simulan imágenes y clonan voces ha estado sobre la mesa de la opinión pública en las últimas semanas. También su posible adaptación a la ciberdelincuencia, aunque desde la Comisaría Provincial de Burgos aclaran que, por el momento, no hay razones para preocuparse por estos sistemas informáticos. Pero, reconocen, «habrá que estar alerta».

En opinión de Salguero, no tiene mucho sentido que los delincuentes utilicen ChatGPT o aplicaciones del estilo. «Al fin y al cabo», puntualiza, «la inteligencia artificial requiere de inversión y a día de hoy están viendo que funcionan timos mucho menos elaborados. ¿Para qué van a cambiar de método?», se pregunta. Sí cree, no obstante, que puede ser útil para la difusión de bulos o 'fake news'. 

El grupo de delitos informáticos, que ha incrementado un 50% su plantilla, está muy alerta a otro tipo de infracciones cometidas a través de las redes sociales, como pueden ser las de índole sexual. Lo más común, indica el inspector al mando, es el acoso a menores tras obtener imágenes de manera fraudulenta. Pero, matiza, «son muy escasos». Reconoce, no obstante, que sigue habiendo reticencias a denunciar por «miedo o vergüenza».