Varios vecinos de las zonas de Las Llanas y Bernardas han convivido durante quince días con un sonómetro colocado en el balcón de su vivienda, un aparato dotado con un gran micrófono cuya misión es escuchar la ciudad y medir las diferentes intensidades de sus ruidos las 24 horas del día. Las ubicaciones elegidas para el estudio fueron las primeras plantas de nueve edificios de estas dos zonas consideradas saturadas de ruido, los mismos emplazamientos o muy similares a los que se utilizaron para elaborar el primer mapa de ruido, hace más de una década.
Centro de Estudio y Control de Ruido S.L., la empresa adjudicataria de estos trabajos, ya cuenta con los datos recogidos entre los días 10 y el 24 de abril (en 5 emplazamientos) y entre el 25 de abril y el 10 de mayo (en otros 4). El Ayuntamiento, confirma el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, espera contar con un informe que analice los resultados en 2 o 3 semanas.
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