«Se ha creado una cultura y ya juegan desde niñas»

MÓNICA PURAS (SPC)
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Francisco 'Paco' González García siempre ha preferido 'escudarse' en el anonimato, aunque el fútbol femenino burgalés no se entendería sin una mano amiga como la suya

Francisco González García, abogado y expresidente de la Delegación Burgalesa de la Federación de Castilla y León de Fútbol (FCyLF). - Foto: Luis López Araico

Todas las voces del fútbol femenino burgalés apuntan a su persona. Y a él se refieren como el auténtico alma máter, el verdadero mentor de lo que comenzó hace la friolera de 30 años con un equipo de entusiastas que inició su andadura y aventura como Rayo Burgalés. Francisco 'Paco' González García ya desde entonces como presidente de la Delegación Provincial ya se paseaba atento por Pallafría donde competían las chicas, «no ganaban un partido, recibían goleadas, pero tenían una ilusión impresionante». 

Desde la Federación de Castilla y León, Marcelino Maté, también creyó firmemente en su promoción y a González le encomienda la tarea de viajar a las reuniones de Madrid sobre ese fervor de las chicas. Además de invertir sus buenos ratos durante los fines de semana, tomaría las riendas del fútbol femenino de Castilla y León. A partir de entonces se implicaría hasta la médula. 

«No es modestia, yo no soy un mentor, porque no sabía nada. Concociendo las limitaciones de la Federación Territorial yo solo quería ayudar (ahora lo sigue haciendo) y veía que todos me apoyaban desde el presidente, pasando por los compañeros de la directiva y luego los propios clubes. No quiero que se me olvide nadie y si lo hago, recalco, pido perdón. Aldolfo Cires, Jesús Pardo, Nacho Bárcena, Ana Delia, Carolina Goicoechea, 'mi' presidente y amigo Marcelino Maté, Paco presidente del Gamonal, Víctor de la Riva, Amós Martín, los hermanos Ronda, Álex el portugués, Vidal, Leticia Martín, Vero Moreno, Inés Herrera, Verónica Molinero, Sonia Vesga, Tania Güemes, Iria Castro, Moisés Ichaso, Adriana Nanclares y Jimena Vicario...». 

González apela a la valentía y al equipo primigenio, que posteriormente pasaría a llamarse CD Nuestra Señora de Belén, y que desde este curso es el Burgos CF. «Ellas fueron las abanderadas. Nacieron de la nada. Todo el mérito es de ellas», alaba.

El camino recorrido desde entonces hasta el día de hoy «es un mundo diferente, ahora hay una organización, entonces eran entusiastas. Ahora ya no se trata de una jugadora que procedía del fútbol sala o de jugar en el patio del colegio. Es una futbolista porque lleva formándose desde los seis años. Me encanta ver cómo se han dado cuenta desde los clubes que es importantísimo tener en su estructura al fútbol femenino».  

Me encanta ver cómo los clubes se han dado cuenta de que es importantísimo tener en su estructura al fútbol femenino"

Durante muchas temporadas, el CD Nuestra Señora de Belén se ha mantenido como buque insignia a nivel regional, puesto que ha sido y es la entidad que goza con dos o más equipos íntegramente femeninos en todas las categorías desde prebenjamín a absoluta, y es que «no podemos crear unas estructuras que no tengan una cimentación porque entonces la estructura se nos cae. El tiempo es el que ha marcado los pasos. Siempre se ha dicho que había que crear una cultura deportiva y empezar a jugar al fútbol desde niñas y en Burgos se hizo», recalca. 

Sin pelos en la lengua cuando defiende a capa y espada el papel desempeñado por las Federaciones para con el fútbol u otros deportes femeninos, un tema que le ha costado alguna discusión y debate, «recuerdo cuando se creó la Superliga. Veían a la Federación como la gran enemiga porque se les exigía un aval bancario para participar. Lo consideraron como un agravio comparativo con el masculino, pero no era cierto. Lo que no podía ser es que un equipo no puntuara y a mitad de la temporada abandonara la liga», señala.  

En el horizonte. Le gustaría que las chicas tuvieran más aficionados, pero lo que a él le gustaba era que «mi ciudad acogiera partidos internacionales, como España-Dinamarca, que tuvo medio aforo o Nacionales en los que vinieran a Burgos otras selecciones regionales», confiesa y rememora con nostalgia uno de sus desplazamientos con la selección espñaola sub'19 en el que militó Verónica Molinero, que se colgó la plata, «ya se notaba que la base iba a dar sus frutos. Ahora ya vemos campeonas del Mundo y de Europa», señala.

Acerca de los recientes y polémicos desplantes de internacionales con el entrenador, Jorge Vilda, en la selección absoluta, González señala  que en su día también hubo problemas, «yo ya di mi consejo en su día: trabaja, rinde y no te entrometas en las cosas que no son las tuyas, ni determines cuál debe ser el calendario ni la planificación. Si tú no vas a una selección hay otras 16 que dicen sí. Nadie es imprescindible».  

El futuro que pronostica es halagüeño, pero no «es buscar el ascenso inmediato. Es consolidar todo. Que haya más niñas y más mujeres que practiquen este deporte. Con una estructura como la que hay no va a caer. En su momento pudo ser el sueño de un verano, pero ahora no», puntualiza. 

«Soy de una teoría» -concluye- «si coincide un partido del Burgos CF masculino con el primer equipo femenino, con todos mis respetos y cariño, me voy al femenino. He sido futbolista malo. He sido entrenador, regular. He sido dirigente, para unos bueno y para otros malo. He sido y soy aficionado. Me he formado en el deporte colectivo. La gente del deporte es muy sana y no pedía nada a cambio. Solo necesitaba que le ayudaras». Y ahí está y sigue Paco.