El emprendimiento en España es una asignatura pendiente que no termina de despegar. En un contexto en el que el 81% de los ciudadanos prefiere trabajar como funcionario público y el 74% quiere serlo, según una encuesta de Adecco, crear un negocio y ser tu propio jefe resulta complicado de materializar.

Para las personas que sienten el gusanillo de montar una empresa, una de las fórmulas que más seguimiento tiene es el de las franquicias.

Se trata de aprovechar el know how de una compañía que ya está en funcionamiento para de una forma sencilla y organizada empezar a trabajar con ciertas garantías si se siguen los patrones marcados desde las firmas matrices.

El sector de las franquicias facturó el año pasado en España 26.929 millones de euros, un 2,9% más que en el último ejercicio anterior a la pandemia (2019), y empleó a casi 303.600 personas, un 3,2% por encima de la cifra de hace cuatro años, según los datos del informe La Franquicia en España 2023, elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).

Además, los negocios franquiciados facturaron un 2,9% más en 2022, hasta los 27.000 millones, con un alza del empleo del 3,2%.

En términos de volumen de rentabilidad, estos locales acapararon más de la mitad de la cifra de negocio de 2022, con unos ingresos de 16.587 millones que fueron un 1,7% menores a los de 2019. Por el contrario, los establecimientos de carácter propio movieron 10.342 millones, un 10,4% más.

En esta línea, el último Informe GEM (Observatorio del emprendimiento en España) sostiene que se ha recuperado el empuje del emprendimiento innovador previo a la pandemia y aumenta por primera vez el número de mujeres frente a los hombres que emprenden. 

Desde 2021, la actividad económica se ha ido recuperando hasta alcanzar una tasa del 5,5% de la población, porcentaje similar al registrado antes de que estallara la crisis sanitaria, y lo hizo a pesar del repunte del abandono empresarial (2,2%).

Por sectores, el de alimentación fue el que mayor cifra de ventas obtuvo el pasado curso, con más de 8.900 millones, seguido del denominado fast food (3.081 millones de euros), la hostelería y restauración (2.381 millones), los servicios y los transportes (1.636 millones).

Las tiendas de alimentación fueron también las que más profesionales asalariados emplearon el año pasado en España, con casi 73.000 trabajadores, seguido igualmente por las dedicadas a la comida rápida fast food (43.258 empleados), el hostelero y de restauración (22.368 trabajadores) y el de belleza y estética, con 13.555 empleados.

La presidenta de AEF, Luisa Masuet, sostiene que el sistema de franquicias ha mostrado una gran fortaleza para superar las circunstancias adversas que vivimos desde 2020, superando la cifra facturada en prepandemia y consiguiendo generar empleo» .

Futuro

Los economistas sostienen que existe un aumento de personas con intención de trabajar en franquicias hasta 2025, lo que supone que acapara el 10% de la población con ganas de emprender. Se trata de un dato que apoyan en el aumento de las oportunidades económicas actuales, un mayor crecimiento de la actividad, así como la reducción de la inflación y el incremento del consumo. 

En esta línea, se ha demostrado que España se posiciona como un país en el que quienes han decidido emprender han resistido mejor la crisis sanitaria y, además, han mantenido las empresas consolidadas y evitado el cierre de sus negocios. Sin embargo, a pesar del aumento de la tasa de emprendedores potenciales, todavía el país está a cierta distancia de la media de la Unión Europea.  

En definitiva, la franquicia se presenta como la avanzadilla de aquellas personas que no tienen la seguridad total de emprender por su cuenta y prefieren hacer la prueba con un negocio que ya ha demostrado que puede funcionar.