370 armas incautadas en 2022 por ser utilizadas para amenazar

FERNÁN LABAJO / Burgos
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Algunas de ellas se han detectado en zonas de ocio de Burgos. Estas conductas, consideradas graves según la llamada ley mordaza', están castigadas con multas de hasta 30.000 euros

Agentes de la UPR reducen a un hombre al que intervinieron una navaja en los prolegómenos de un partido del Burgos. - Foto: Christian Castrillo

Hace apenas unos días, la Policía Local requisó un machete con dientes de sierra y una hoja de 25 centímetros durante una intervención. Lamentablemente, la tenencia ilícita de este tipo de armas blancas se ha incrementado en los últimos años en la provincia de Burgos. Tanto, que dentro de las infracciones contempladas por la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida de manera peyorativa como 'ley mordaza', es ya la tercera infracción más común. Está considerada como grave y castigada con multas de hasta 30.000 euros. 

Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, en 2022 se tramitaron un total de 369 denuncias por la exhibición de armas prohibidas con ánimo intimidatorio, siempre que no sean aquellas que puedan quebrantar el Código Penal (pistolas o escopetas). Son 63 más que el año anterior, lo que supone un incremento del 22,9%. A estos datos hay que sumar otra treintena de infracciones por la utilización de explosivos o artículos pirotécnicos sin licencia. Estos últimos casos, cabe matizar, se utilizan casi siempre a modo recreativo en épocas festivas. De hecho, Guardia Civil y Policía Local suelen realizar una campaña de prevención y control de venta de petardos y fuegos artificiales en invierno. Es en estos 'operativos' donde más se da este tipo de sanción. 

No obstante, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aclaran que en este último apartado de la Ley de Seguridad Ciudadana, recogido en el artículo 37.12, se engloban aquellas intervenciones realizadas en los prolegómenos de algunos partidos de fútbol, donde se han encendido bengalas y también se ha incautado numeroso material pirotécnico. 

Eso es, sin embargo, lo menos peligroso que portan algunas personas que acuden a los recintos deportivos a crear problemas. Sin ir más lejos, el año pasado la Policía Nacional tuvo que reducir a un hombre en los aledaños de El Plantío, justo antes de un encuentro que enfrentaba al Burgos C.F. y al Real Oviedo. Y no fue la única intervención en la que los agentes hallaron armas justo antes de una cita deportiva de esa misma temporada. 

Apenas dos meses más tarde, el operativo previo al partido frente al Sporting de Gijón, cuya afición ultra rivaliza ideológicamente con la del Burgos, localizaron a varios jóvenes en el puente de la BU-11 esperando uno de los autocares de los seguidores asturianos. Vestían de negro para ocultarse de la presencia policial, pero lograron identificarles. Se intervinieron barras de ferralla de medio metro, cables de acero de 60 centímetros, una cadena de 1 metro, dos puños americanos y cuatro bengalas.

Ocio nocturno. Si la utilización de armas y objetos prohibidos en los prolegómenos de encuentros de fútbol preocupa a los cuerpos policiales, inquieta aún más lo que han encontrado a lo largo de los últimos meses los agentes de la Policía Local en redadas en bares y locales de ocio. Los operativos se han incrementado desde el final de la pandemia al dispararse también las agresiones y peleas en zonas de copas. Y la estadística, con ese incremento total de más del 20%, refleja lo hallado en las diferentes intervenciones.

El claro ejemplo es lo que ocurre cada fin de semana en la calle Briviesca. Dos bares con licencia de cafetería abren de viernes a domingo a eso de las 6 de la mañana para hacer las veces de 'after hour'. Las quejas de vecinos por los ruidos y, sobre todo, la inseguridad que generan las reyertas, puso en alerta al cuerpo municipal, que ha incrementado su presencia en la zona. En los diferentes dispositivos realizados a lo largo de los últimos meses, han tramitado decenas de multas por posesión de drogas y también armas. A un hombre, le encontraron incluso un rifle en el interior de su vehículo.