Finaliza el control municipal de colonias felinas en Aranda

R.C.L.
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El convenio entre el Ayuntamiento y la protectora Felini Save agotó los recursos económicos en mayo tras atender a 51 gatos silvestres

La actuación de las protectoras es fundamental para evitar el crecimiento masivo de colonias felinas silvestres. - Foto: DB

El primer CES (capturar, esterilizar y soltar) del Ayuntamiento de Aranda de Duero llega a su fin. El convenio entre la Concejalía de Medio Ambiente y la protectora Felini Save concluye con un total de 51 gatos controlados. Este proyecto arrancó en octubre del año pasado con el objetivo de contener el crecimiento superlativo de las colonias callejeras felinas. En mayo se cerró el programa al agotarse los recursos económicos suministrados por la entidad. La iniciativa supuso la alegría de la protectora arandina, que vio como por primera vez se destinaba parte del presupuesto a una actividad de este tipo. "Estamos muy agradecidos de que contaran con nosotros, pero el CES no cumple objetivos en un solo año. Es un éxito, pero insuficiente", lamenta Sara Barcenilla, presidenta de Felini Save. Para el desarrollo de este proyecto, el Ayuntamiento destinó 5.000 euros para capturar, esterilizar y soltar a 22 machos y 29 hembras. Además, Felini Save también se encargó del proceso de desparasitación, un tratamiento especialmente útil en animales callejeros.

La organización contó con una decena de voluntarios que cubrieron un enorme número de colonias distribuidas por la localidad ribereña. Las del camino a Sinovas y calle Santo Domingo, las más importantes. La elevada cifra de agrupaciones de gatos sin esterilizar provocó que el proceso fuera más rápido de lo esperado. "El convenio finalizaba el 31 de diciembre, pero en mayo ya habíamos agotado el dinero destinado", recuerda. La preocupación de que esta iniciativa se trate de algo aislado está a la orden del día en la protectora. "Todavía desconocemos si el Ayuntamiento tiene intención de continuar con los CES", confiesa. La necesidad de mantener en el tiempo estos cercos resulta fundamental para que el trabajo de los voluntarios arandinos no quede en vano. Por ello, el nuevo propósito que se marcan desde la asociación es la de formalizar por completo estas iniciativas. "Buscamos una ordenanza municipal que reconozca y proteja a las colonias de manera real", reclama su presidenta.

Más responsabilidad. A pesar de las buenas sensaciones tras cerrar el CES, Felini Save se muestra crítica con el comportamiento de la sociedad. "La mayoría de los problemas de una protectora empiezan por los gatos con propietario. Si no se les controla, el trabajo es más difícil", explica con indignación Barcenilla. La crispación de la asociación está motivada por la cría imprudente de gatos sin esterilizar en fincas o parcelas privadas.

"El problema no es darles de comer. Lo grave es que tengamos que destinar infinidad de recursos por culpa de irresponsabilidades", declara. Tras llevar a cabo una de sus iniciativas más importantes, Felini Save vive momentos muy duros, en los que la gravedad de los casos y la escasez de relevo, están dificultando aún más el funcionamiento de la organización arandina.