El temor a que los créditos ICO solicitados durante la pandemia se conviertan en un pesado lastre para las 4.900 empresas burgalesas beneficiarias se disipa: no hay unos impagos desbocados y tampoco un aluvión de concursos de acreedores. A día de hoy, se estima que más de la mitad los 901 millones de euros financiados para hacer frente al impacto económico y social de la crisis sanitaria y para alentar la recuperación se han devuelto y lo siguen haciendo a un «buen ritmo». La morosidad es baja, entre otras cosas, porque un número «importante» de negocios -más de la mitad de los implicados- se ha acogido a la extensión de los plazos de devolución aprobada por el Gobierno a mediados del presente año.
En la provincia, según los últimos datos públicos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), se financiaron 901 millones de euros a 4.900 empresas (pymes, micropymes y autónomos) en un total de 8.867 operaciones. La mayoría de las mismas, 7.721, correspondieron a la línea de aval ICO-Liquidez, aprobada tres días después del decreto del estado de alarma (el 17 de marzo de 2020) y centrada en las medidas extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la pandemia. Fueron 4.557 empresas las solicitantes, con un total de 614,1 millones en avales para una financiación total de 789,1 millones.
En julio del año de la pandemia se aprobó la línea-ICOInversión, destinada a apoyar la reactivación de la economía y del empleo. A esta segunda opción se adhirieron 867 empresas locales con 1.146 operaciones firmadas. Los avales alcanzaron los 88,6 millones y la financiación total, los 111,7 millones, según los últimos datos hechos públicos por el ICO.
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