En las paredes de los bares y en las páginas de los periódicos, un icono mirandés solía aparecer con asiduidad. El Blusilla, creado por Alberto César González en 1973, ha pasado por las vidas de todos los vecinos de la ciudad del Ebro de una forma u otra, y ahora que celebra su medio siglo de historia también lo hará a través de internet. La hija del dibujante y hermana del artista que continuó su trabajo entre 2005 y 2021, Paloma, está empeñada en que el icónico personaje «siga teniendo vida», por lo que trabaja en la creación de una página web. Además, durante los últimos tiempos también ha utilizado las redes sociales con el objetivo de que la famosa viñeta se encuentre «más cerca de la gente».
El portal digital de El Blusilla saldrá publicado dentro de muy poco tiempo y Paloma González Arín avisa de que incluirá varias pestañas para dar una visión global. Según cuenta, «se trata de que sea accesible, los mirandeses conozcan su historia y vayan creciendo con él». Para lograrlo, publicará tanto un texto manuscrito del creador en el que relata sus orígenes y su evolución, como las sucesivas viñetas que ella misma vaya diseñando. Eso sí, adelanta que nunca perderán su «espíritu» y seguirán manteniendo la esencia «crítica» ligada con la «actualidad», pues su padre así lo inauguró.
Precisamente, sobre los primeros pasos de El Blusilla, Paloma cuenta que «tenía que ser un personaje muy representativo de Miranda», por eso se «le buscó esta forma de vestir» que parece evocar a las blusas sanjuaneras, pero en realidad se inspira en los ropajes de los ferroviarios. Y es que cuando Alberto César González apenas era un niño «prácticamente todo el mundo trabajaba en Renfe», así que, como pretendía diseñar un dibujo «muy representativo», apostó por esa indumentaria.
En este sentido, Paloma describe que Alberto «sentía mucha responsabilidad» y siempre quiso que los mirandeses «sintieran como suyo a El Blusilla». De hecho, se esforzó por que fuera un modelo «sencillo para que los niños supieran dibujarlo». Es decir, el creador de este archiconocido personaje deseaba «que formase parte de todos, que fuese de los mirandeses».
Esa ilusión le llevó no solo a colaborar como viñetista en medios como Diario de Burgos, sino también a trasladar los dibujos a los establecimientos de la ciudad. Cuando falleció en 2005, su hijo, Alberto César González Arín, tomó el relevo y esa segunda vertiente se convirtió en el principal medio de transmisión de las «irónicas» historias de El Blusilla. Sin embargo, tras la triste pérdida del artista en 2021, la continuidad del personaje se tambaleó.
Ahora bien, la familia de los dos primeros diseñadores no estaba dispuesta a que se perdiera esta pieza del patrimonio mirandés. Poco a poco, empezaron a publicar nuevas viñetas. Hasta hoy, cuando Paloma se encarga de relatar desde Madrid la actualidad de la ciudad del Ebro y de «colaborar con todos los que lo piden, como la Cofradía de San Juan del Monte».
La actual 'heredera' de El Blusilla recalca que el «protagonismo» no debe recaer en «la familia», sino en el «personaje», dado que su padre siempre deseó que siguiera entre los mirandeses cuando él no estuviera. Así, explica que ella lo dibuja «con mucho relax» y solo pretende que este icono «siga vivo», para lo cual entiende que es fundamental «que la gente lo vea en las calles». Por eso anima a todos los bares y locales a descargarse las sucesivas viñetas, si lo desean, para que puedan colgar en sus paredes las nuevas obras que ya están en redes y que dentro de muy poco se verán en la web, www.elblusilla.com.