Medio centenar de empadronados tienen en pueblos como Barrios de Colina o Villaescusa la Sombría, donde les faltan algunos servicios básicos y disfrutar de la televisión con normalidad o de cobertura decente aún se ve como algo demasiado lejano. Pero el colmo de la incomunicación llegó este pasado lunes cuando las obras de la N-I impidieron el acceso desde la carretera BU-701 sin que nadie informara con suficiente antelación al vecindario. Muchos llegaron hasta el mismo cruce, pero al estar cortado no les quedó más remedio que darse la vuelta para buscar una ruta alternativa.

«No colocaron ninguna señal de cuándo se iba a cerrar ni dijeron nada, si lo llegamos a saber nos vamos por el otro lado, aunque es más largo», comenta Xabier, vecino de Barrios de Colina, que reconoce que todos los que viven en el pueblo y se desplazaron hasta Burgos se encontraron con la misma situación. «Llegamos hasta el cruce y allí nos decían 'hasta luego', mientras que tampoco nos daban ninguna alternativa», explica. No le quedó más remedio que dar una vuelta más larga y acabó tardando el doble de tiempo para llegar a su trabajo en la capital, por lo que de tardar menos de veinte minutos superó los cuarenta.

El corte en la carretera únicamente fue en la jornada del lunes, de 8 a 20 horas, pero el enfado se debe fundamentalmente a que nadie les comunicara -de forma oficial y bastante tiempo antes- que se iba a llevar a cabo. «Hubo gente que se metió incluso por caminos de tierra, por la zona de la cantera para salir otra vez a la N-I, pero ahí ya te arriesgas a socavones y pinchazos», expone Xabier, que argumenta que los vecinos de Barrios resultaron de los más afectados al encontrarse en el medio entre las dos salidas a la Nacional. El propio alcalde, David Lucas, reconoce que tampoco recibió ningún aviso.

En Villaescusa la Sombría afirman que no se comunicó con suficiente antelación. - Foto: Valdivielso

En el caso de Atapuerca la mayoría de personas se enteraron el día anterior al corte, el domingo a última hora de la tarde, cuando la alcaldesa y también diputada provincial, Raquel Contreras, se lo comentó a los vecinos a través de un grupo de WhatsApp. Además, adjuntó la breve nota que había salido publicada en este periódico -en la jornada del sábado- informando de las obras. En cualquier caso, los vecinos de los pueblos de este entorno consideran que se debería haber avisado mucho antes, con más previsión, y así se hubiese conseguido evitar todo este caos.

Eva, de la Cantina de Atapuerca, y Carmen, del Mesón Los Hidalgos en Olmos de Atapuerca, defienden que por sus establecimientos tampoco han escuchado que el corte generase grandes problemas. Eso sí, la información de la alcaldesa la habían recibido y por ello parece que en este punto no les pilló de sorpresa. Así, el mayor inconveniente parece que se produjo en pueblos más alejados de la zona donde tuvo lugar el corte de tráfico y que, además, tienen como principal opción circular por esta vía. Algunos acabaron optando por viejos caminos, otros por Fresno, con zonas en malas condiciones, mientras que otros alargaron su ruta varios kilómetros al volver a Burgos para rodear la sierra por la N-120.

Esta misma queja se comentaba en el bar de Villaescusa la Sombría. «Me tuve que dar la vuelta hasta Santa María del Invierno, mucha gente igual no pudo leer el periódico el sábado y no se enteró», dice Pamela, dueña de la taberna. «Muchos tuvieron que regresar y más allá de lo que salió en la prensa no se nos comunicó de ninguna otra forma, por lo menos se lo deberían haber dicho al Ayuntamiento; si aquí no tenemos ni señal en la tele ni cobertura», dice, mientras añade que en ninguno de los pueblos del entorno se colocaron carteles.

Eso sí, como manifiesta Pamela, la obra de asfaltado que se ha ejecutado resultaba «necesaria» puesto que el acceso al puente -por el que ya se puede pasar- se encontraba en muy malas condiciones.