La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que tomó posesión de Garoña el pasado julio, continúa con su plan de acercamiento al entorno de la central y la organización de visitas. Esta mañana varios alcaldes y concejales de los municipios del entorno han entrado en la planta y tras ello el regidor de Pancorbo, Javier Cadiñanos, ha calificado de «extraordinaria» la visita por «el nivel de calidad y transparencia que nos ofrece Enresa». Otro de los que se ha pronunciado al término de la visita ha sido Roberto Porres, primer teniente de alcalde del Valle de Valdegovía (Álava), para quien Enresa es «muy profesional y hace una labor magnífica, con una diligencia importante».

Alcaldes y concejales del Valle de Tobalina, el municipio cabecera de la planta nuclear parada desde diciembre de 2012, Pancorbo, Frías, Oña, Santa Gadea del Cid, Cascajares de Bureba, Bozoó, San Zadornil, Partido de la Sierra en Tobalina y de los municipios alaveses de Lantarón y Valle de Valdegobía han participado en la visita donde han conocido in situ los trabajos que se van ejecutar a lo largo de la primera fase del proyecto de desmantelamiento y clausura Garoña.

Los representantes municipales han recorrido distintas áreas esenciales de la instalación, como la sala de control, el edificio del reactor o la piscina de combustible. Han entrado, asimismo, en el edificio de turbinas, que se reacondicionará como nuevo Edificio Auxiliar de Desmantelamiento (EAD) durante la primera fase, así como al Almacén Temporal Individualizado (ATI), donde se almacenará el combustible gastado en 49 contenedores, de los que 44 están en fase de fabricación. El llenado de estos contenedores con los elementos combustibles, residuos de alta actividad radiactividad, será una de las tareas clave de esta primera fase del desmantelamiento.