«Soy escritor y nada más que escritor. El resto es anecdótico»

SPC
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Ayanta Barilli pone voz al último texto de su padre, Fernando Sánchez Dragó, donde se define como «escritor y nada más que escritor»:«El resto es anecdótico»

Ayanta Barilli, hija de Fernando Sánchez Dragó, recogió el premio. - Foto: Ical

Castilla y León reconoció ayer a «los mejores» de la tierra través de la entrega de los 'Premios Castilla y León 2022' entre los que se encontraba el recientemente fallecido Fernando Sánchez Dragó, el escritor afincado en Castilfrío de la Sierra (Soria) a cuyo discurso de agradecimiento, que había dejado escrito, puso voz una de sus hijas, Ayanta Barilli. Junto a Sánchez Drago, también resultaron  distinguidos el poeta y director de la Fundación Jorge Guillén Antonio Piedra (Ciencias Sociales y Humanidades), la gimnasta Carolina Rodríguez Ballesteros (Deporte), la investigadora María Victoria Mateos (Investigación Científica y Técnica e Innovación), el artista Luis Moro (Artes), el Camino Francés Federación (Valores Humanos y Sociales) y el torero Pedro Gutiérrez Moya 'El Niño de la Capea' (Tauromaquia).

Como es tradicional, la figura delPremio de las Letras fue el encargado de leer un discurso en nombre de todos los galardonados. En esta ocasión, y tras el fallecimiento de Sánchez Dragó días después de su concesión, fue su hija, Ayanta Barelli, la encargada de verbalizar el texto que su difunto padre había dejado escrito para la ocasión. Un último discurso donde Sánchez Dragó se definía como «escritor y nada más que escritor», «se diga lo que se diga y se piense lo que se piense, el resto es anecdótico» y su «único caballo es la literatura, leída o escrita».

«La cultura siempre es, o tendría que ser, un ámbito de respeto, encuentro, ecuanimidad, serenidad y concordia, a diferencia del generalizado sectarismo partidista imperante en la política». Así lo dejó escrito negro sobre blanco, los días de Jueves y Viernes Santo, antes de morir, el escritor madrileño y soriano de corazón Fernando Sánchez Dragó. En sus primeras palabras, el autor de 'Gárgoris y Habidis' subrayó que, aunque siempre procuró «tener ideas más o menos ortodoxas», carecía de ideologías, «por considerar que estas, cualesquiera que sean, vienen a ser algo así como la taxidermia de aquellas, su petrificación y su necrosis».

Ante una nutrida representación de su familia, Ayanta Barilli quiso dar las gracias a los asistentes por acompañarles en estos momentos. «Mi padre ha fallecido hace apenas nueve días que me parecen cien años», recalcó en declaraciones recogidas por Ical. «Soy y somos hijos del dragón. Mi padre echaba fuego por la boca, la cabeza y el corazón, que fue lo que se le quemó al final. Tenía muchísima ilusión por este premio, último por su carrera literaria entre las miles de cosas que hizo a lo largo de su vida», apuntó antes de proceder a dar lectura. 

Defensa de su Premio

En el texto, Sánchez Dragó realizó un profuso recorrido por su intensa trayectoria literaria y vital, para asegurar que sería «imposible» ser «más soriano, más celtíbero, más numantino y más castellano» que él. En ese sentido, tras recalcar la «gratitud» y «emoción» por el galardón. La intervención tampoco rehuyó la severa polémica que despertó su elección por unanimidad del jurado como Premio Castilla y León de las Letras. Para Sánchez Dragó, el galardón «sí está justificado», a la luz del palmarés previo que atesoraba y que repasó citando, entre otros, sus dos premios nacionales de Literatura, junto a otros «avales de este premio» como sus 53 libros «más algunos otros en el taller», 10.000 piezas de periodismo o 60 años de programas semanales de radio y televisión.

También tuvo tiempo para dedicar unas palabras para todos los premiados, aunque destacó sobre todos ellos el de tauromaquia, donde aludió a palabras de Federico García Lorca para asegurar que se trata de «la fiesta más culta de la historia del mundo». «Para mí, además de fiesta, arte, deporte, espectáculo y firme docencia de valores éticos y estéticos, es un sacramento que respetan, presencian, admiran y, a menudo practican muchas de las buenas y llanas gentes del común nacidas en Castilla y León».

El texto referenció igualmente a la «España cainita», al recordar «los bandos» de la Guerra Civil donde su padre vivió «una peripecia, una odisea y una tragedia, que culminó más tarde en la cancela de salida de la cárcel de Burgos. En este punto, recordó la investigación iniciada por una periodista para conocer el paradero de su padre, cuyo cadáver aún hoy no ha sido identificado. «¿Memoria histórica? ¿Cerrar heridas? ¿Hacer justicia?», se preguntaba el Premio Castilla y León de las Letras, que concluyó su escrito recalcando que, para él, «sería algo más que un premio literario, por importante que este sea, recuperar los restos mortal de aquel periodista y escritor».S