Abróchense los cinturones que viene el invierno. Parece una estupidez decir esto a mediados de enero en plena Meseta, pero es que llevamos días y días escuchando que esta semana sí, que hay dos borrascas, la 'Gerard' y la 'Fien', que llegan con mucha lluvia, mucha nieve, vientos fuertes y oleaje desatado. La cita con el crudo invierno -por fin, y tras varios años sin él- se prolongará desde hoy hasta el próximo viernes y se extenderá por toda la Península y las Baleares. A buen seguro, Burgos se llevará un buen pellizco...

Por supuesto, hay que extremar las precauciones ante los potenciales riesgos que  anuncian las autoridades, especialmente en las carreteras, aunque muchas de las últimas alertas meteorológicas oficiales hayan caído en saco roto: se magnificaron de tal forma que, al final, se desinflaron y han decepcionado a la mayoría (y en esas estamos).

Hablar del tiempo siempre ha estado de moda (en el ascensor), pero hoy es uno de los principales reclamos para captar atenciones en los medios de comunicación y, sobre todo, en las redes sociales, máxime con la amenaza del cambio climático que se cierne sobre todos. Sean más abundantes y extremas o no, las borrascas, las olas de calor y las de frío esconden mucho marketing, son fenómenos con nombre propio que invitan al catastrofismo y al amarilleo, a la deformación de la información precisa y necesaria en estos casos, y en ese ambiente de feria tan de moda en la actualidad informativa encaja la publicidad (los champús, los seguros, los automóviles...) y también cientos de miles de impactos digitales fáciles de monetizar. 

Hoy hay más (falsos) meteorólogos que setas, tipos que manejan los mapas de isobaras como el Tarot, sin tener ni (...) idea. Han alertado tantas y tantas veces de que venía el lobo que igual toca que llegue. Abríguense y salgan a la calle para lo indispensable.