Quedan menos de dos meses para que San Pedro y San Pablo vuelvan a la pista de baile, pero poco se sabe de qué música en directo los hará mover el esqueleto. Algunos se intuyen, otros afloran en los mentideros, pero la autoridad competente aún no se ha pronunciado. Sí lo están haciendo algunos de los artistas que pasarán por el escenario de la plaza de Santa Teresa. Las dos confirmaciones vienen de lejos. La cantante belga Kate Ryan ha anunciado su presencia el sábado 1 de julio y el soulman norteamericano Curtis Harding ha añadido Burgos y Vigo a una tournée por España que en principio solo iba a parar en Madrid y Oviedo. Su rhythm'n'blues mecerá al martes 27 de junio. Ambos conciertos serán gratuitos.
La alegría saltará entre quienes frecuentaron las pistas de baile en los albores del nuevo milenio. Las canciones y versiones dance de clásicos franceses interpretadas por Kate Ryan alargaron las noches hasta la madrugada. Imposible quedarse sentado cuando suenan Désenchantée, Voyage, voyage, Ella Elle L'a, Babacar, Libertine, Mon coeur résiste encore, Freed from desire o Je t'adore, con la que representó a su país en el Festival de Eurovisión en 2006, aunque no llegó a la final.
Esas adaptaciones dance que pusieron en la picota a la cantante belga son, precisamente, las que la mantienen en esa posición. Hace más de diez años de su último disco, Electroshock, pero todavía se teclea su nombre en el buscador de internet. España aparece como destino habitual de sus giras. The ultimate Seduction Tour arrancó el pasado mes de febrero en Las Rozas (Madrid) y proseguirá hasta julio con un puñado de paradas por toda la geografía. A Burgos llegará después de Madrid y antes de Valencia. La agenda aún no está cerrada y el verano se antoja como la mejor época para espolear a la nostalgia y salir a la pista como si no hubiera un mañana.
Más desconocido para el gran público resulta el nombre de Curtis Harding. El soulman norteamericano, uno de los músicos con más proyección en los últimos años y que ha conseguido despertar el interés de los amantes de la música más allá del rhythm'n'blues, ocupará poderoso la plataforma de Santa Teresa. Sus canciones también provocan un efecto cautivador, adentran a quien las escucha en un ambiente evocador y, aunque a otra velocidad que su colega europea, consigue que el cuerpo se mueva.
No es un recién llegado. Tras colaborar con algunos artistas, hace nueve años lanzó su álbum debut, Soul Power, y en 2021 publicaba el último hasta el momento, If words were flowers, un disco adornado por la honestidad y la vulnerabilidad, once temas cargados de sentimiento, intimidad y de observación de la realidad que le rodea. Nació, según explica su página web, de una frase que le repetía insistente su madre: 'Dame mis flores mientras todavía estoy aquí'. Y eso es lo que dice el músico que está haciendo con este trabajo: «Soy yo dando mis flores al mundo, a cualquiera que necesite escuchar lo que estas canciones tienen que decir en este momento». Las próximas las recibirán San Pedro y San Pablo.