Fin al teatro de la inmundicia

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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El lunes comienza su limpieza, para la que se usarán tres contenedores y equipos de protección. A partir de ahora se hará una vez por semana hasta que se cubra la zona para impedir la acumulación de desperdicios

No menos de cinco toneladas de basura se acumulan tras el Teatro Clunia. - Foto: Alberto Rodrigo

No está de forma específica dentro de ninguna vía pública, por lo que su aseo no es responsabilidad del servicio de limpieza del Ayuntamiento. No forma parte realmente de ninguna instalación del Consistorio, por lo que el área de Ingeniería Industrial, del que depende la contratación de la higiene de los edificios municipales, tampoco se ha ocupado. Ni se ha hecho cargo de ello el Instituto Municipal de Cultura porque aunque las actividades que se celebran en el edificio le son propias no lo es la competencia de la limpieza y menos de los alrededores del recinto.

Y como nadie se ha preocupado en los últimos meses por asearlo es, ahora mismo, una de las zonas más sucias de la ciudad. Hasta el pasado mes de abril la anterior contrata de limpieza había higienizado el foso ubicado en las traseras del centro cultural Francisco Salinas en ocasiones puntuales y como un trabajo extra a petición de la Concejalía de Medio Ambiente, según explica su responsable, Josué Temiño (PSOE), pero nada más.

Esta situación de 'tierra de nadie' competencial y el hecho de que la zona es una de las preferidas para hacer botellón han convertido los alrededores del Teatro Clunia, y en concreto su parte posterior, en un auténtico vertedero con centenares de envases de plástico, bolsas, botellas de cristal y desperdicios de toda condición, y ha hecho que los responsables de las tres áreas municipales implicadas hayan tenido que mantener algún contacto entre ellos para resolver el asunto, del que también se ha quejado el vecindario a través de la asociación Casco Histórico Alto de Burgos.

(Más información y fotografías, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)