Es un procedimiento, a simple vista, poco habitual y que sorprende. Sin embargo, es mucho más común de lo que parece tal y como demuestran los datos. La adquisición de una vivienda en dinero contante, es decir, sin necesidad de hipoteca, es una realidad que acompaña a una de cada tres operaciones inmobiliarias en la provincia de Burgos. Si el Instituto Nacional de Estadística contabilizó a lo largo del año pasado 4.906 compraventas de pisos o casas, este organismo notificó la apertura de 3.191 préstamos destinados al pago de una vivienda. Ambos datos, extraídos de cauces oficiales, dejan 1.715 transacciones cerradas 'a tocateja'. Este 35% que suponen es el porcentaje más elevado en la última década.

Hay que remontarse hasta 2013 para encontrar unos guarismos tan elevados: por aquel entonces el 38% de todas las operaciones se suscribieron sin un préstamo de por medio. De las 2.581 compraventas, 990 finalizaron sin hipoteca mediante. Pero, ¿a qué se debe esta subida del número de burgaleses que adquieren una casa y la pagan de inmediato? Desde la Asociación Usuarios Financieros ponen el foco en el mercado inmobiliario provincial, en el valor refugio que supone la vivienda y en el alza imparable del euríbor.

Empezando por el índice de referencia para la mayoría de hipotecas suscritas, la escalada que sufre desde hace un año provoca que muchos ciudadanos opten por inyectar todos sus ahorros en vez de firmar un préstamo. «Es muy distinto suscribirlo al 0,5% de interés, que es prácticamente dinero gratis, a tener que pagar un recargo más elevado y que pueda subir en el futuro», explica Antonio Luis Gallardo, responsable de Estudios de Asufin.

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