El Museo del Ferrocarril atrae turistas y amplía las visitas

A.B. / Miranda
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Las instalaciones de Ircio reciben unas 70 personas al mes, que llegan desde todo el norte de España

Las maquetas captan la atención de cada curioso que llega a las instalaciones. - Foto: A.B.

El Museo del Ferrocarril III Generaciones comenzó a recibir visitas en noviembre de 2022, tras años de espera en los que su promotor, Julio García, jamás obtuvo el respaldo municipal. Ahora, después de estos primeros meses de andadura en solitario, el dueño de las instalaciones ubicadas en Ircio explica que están recibiendo un flujo «constante» de personas interesadas por descubrir la historia de los trenes a partir de los miles de artículos que guarda. De hecho, la expectación es tal que incluso ha aumentado las jornadas de recepción a curiosos, para ocasiones puntuales, y calcula que reciben de media a unos 70 individuos cada mes.

En este sentido, según describe el propio García, buena parte de las personas que se acercan al museo llegan desde fuera de Miranda. Conforme a los datos que maneja, la mayoría de visitantes son turistas con gran interés en el mundo del ferrocarril, los cuales viajan desde lugares tan dispares como Bilbao, Zaragoza, La Rioja, Cataluña o Madrid específicamente para ver las instalaciones situadas en la pedanía mirandesa.

Asimismo, durante los últimos tiempos el Museo del Ferrocarril III Generaciones también ha contado con otro perfil de invitados. Por ejemplo, los alumnos del grado orientado a los talleres de Renfe en el CIFP Río Ebro acudieron a las instalaciones para profundizar en su aprendizaje. Según explica García, la ampliación de días de visita está pensada para este tipo de casos concretos, en los que acudir el viernes por la tarde o durante el fin de semana resulta imposible.

Julio García en la parte superior del Museo del Ferrocarril III Generaciones durante una reciente visita. Julio García en la parte superior del Museo del Ferrocarril III Generaciones durante una reciente visita. - Foto: A.B.

Ahora bien, puntualmente también ha habido curiosos que han podido disfrutar de este museo fuera de su horario habitual. De hecho, ayer mismo un pequeño grupo de mirandeses se subieron a la locomotora de García y el resultado, conforme a sus palabras tras el recorrido, fue más que satisfactorio.

Por ejemplo, Jesús calificaba la colección como «estupenda». Según declaraba, para aquellas personas que ya han ido cumpliendo una edad esta experiencia se alza como «una forma de reencontrarse con la infancia». Y es que este mirandés recordaba que sus «abuelos eran ferroviarios», por lo que todo el material le «sonaba».

De forma similar, otra de las participantes en esta visita, Concha, también apuntaba que desde su bisabuela a su padre habían estado ligados a Renfe. Así, el museo despertaba en ella una sensación especial. Además, explicaba que se había llevado una gran «sorpresa» al entrar. Sobre esta cuestión argumentaba, al igual que Jesús, que «esperaba que estuviera centrado más en lo de ámbito nacional», pero pudieron observar desde artículos forjados en Alemania a piezas soviéticas. Es decir, vieron todo tipo de cuestiones clave en la evolución de este medio de transporte.