La bicicletada solidaria organizada por la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Burgos (Adacebur) en colaboración con la Asociación Princessbikess celebró ayer su cuarta edición con dos objetivos fundamentales. De un lado, la iniciativa social busca dar la mayor visibilidad posible a la labor desarrollada por la entidad con el gancho inmejorable de la práctica deportiva. De otro, los colectivos responsables remarcan la importancia del uso del casco cuando se apuesta por la bicicleta como medio de locomoción urbano.

Mónica Alba, representante de Adacebur, destaca que el 80% de los casos registrados por daño cerebral adquirido (DCA) son consecuencia de un ictus. Sin embargo, advierte del crecimiento de ejemplos de traumatismos craneoencefálicos (TCE) que podían haberse evitado con una protección adecuada.

Por ello, esta marcha solidaria hizo especial hincapié en este aspecto relacionado con la seguridad de los usuarios. «En Adacebur sumamos 125 familias y cada vez baja más la media de edad. Eso es lo que hay que tener presente, que la mayoría de los traumatismos en bicicleta vienen por no usar casco», subraya Alba, un argumento reforzado por la representante de la Asociación Princessbikess, Dulce Ramos. «A veces un golpe tonto a 10 kilómetros por hora puede tener graves consecuencias si no estás protegido y debemos entender su importancia», explica.

Medio millar de entusiastas participaron en esta bicicletada de 9 kilómetros de recorrido entre el Museo de la Evolución y Fuentes Blancas, una cita que reunió a familias y personas de todas las edades. Y ese es, precisamente, su gran triunfo. «Lo más importante no es la parte económica, sino la visibilidad que da», explica Mónica Alba. «Para nosotros es el día grande porque vienen jóvenes, familias enteras y personas mayores», añade. Tanto es así que durante los días posteriores en Adacebur notan «el incremento de llamadas y un mayor interés».