Muy rápido, igual que en los últimos años y con los únicos votos a favor en el equipo de gobierno. Así se aprobaron en la tarde de ayer los presupuestos del Ayuntamiento de Medina de Pomar para 2023, nada menos que 9.665.300 euros, 700.000 euros más que en 2022. La oposición dijo desconocer en qué se sustanciarán, especialmente las inversiones, dado que en ninguna se fue al detalle, y el documento municipal solo se avanza que se invertirán 1,7 millones de euros, pero sus apartados son generalistas y hablan de infraestructuras, alumbrado, ciclo del agua, redacción de proyectos o instalaciones deportivas sin bajar al detalle. El alcalde, Isaac Angulo, satisfecho de la situación económica municipal, presumió de como se ha pasado de los 3 millones de deuda en 2015 a 2 millones de remanentes de tesorería, que es lo mismo que ahorros, y deuda cero. A su lado, el concejal de Hacienda, Jesús Puente, reiteró como «la contención del gasto y la deuda cero» serán nuevamente «la filosofía municipal» en 2023.
La portavoz del PP, Nuria Pérez, señaló que «nos presentan unas inversiones de 1,7 millones, pero no tienen ni idea de qué van a realizar». En la misma línea, la edil Itxaso Arteta, de Ciudadanos, recordó como en la Comisión de Cuentas el grupo de gobierno avanzó «que se nos iba a hablar de proyectos ilusionantes y solo nos dan cifras». «Vuestra ilusión es que cuadren ingresos y gastos», zanjó en una brevisima intervención, en la que recordó que el medio millón de euros destinado a la nueva instalación de aerotermia de las piscinas climatizadas ya aparecía en los presupuestos de 2022 y estaba supeditada a la venta de parcelas urbanas, que nunca ha llegado. En 2023, los ingresos patrimoniales, es decir, los fondos procedentes de ventas del suelo municipal, se estiman en 195.000 euros. Asimismo, Pérez puso en duda que «realmente se vayan a invertir 1,7 millones».
Mientras, la portavoz del PP, que calificó las cuentas municipales de «electoralistas», también mostró su recelo a que pueda aumentar el presupuesto sin que se eleven impuestos y tasas, como promete el grupo de gobierno socialista, a lo que el alcalde le contestó que, en caso de ser necesario, tiraría del remanente de 2 millones para cuadrar ingresos y gastos sin tocar el bolsillo de los contribuyentes, que no obstante, volverán a sufrir el incremento de la tasa de agua y alcantarillado en base al IPC, como marcó el contrato firmado por el Consistorio con Aquona en 2005.
Más gasto en personal. El incremento del presupuesto se debe, sobre todo, a dos cuestiones, el acuerdo con el centenar de integrantes de la plantilla municipal para estabilizar sus puestos de trabajo y un incremento salarial marcado por el Gobierno central que subirá a un máximo del 4,5%. Así, el capítulo de personal crecerá de los casi 4 millones de este año a casi 4,3 millones, mientras que los gastos corrientes, lastrados por las subidas de la energía eléctrica y los combustibles, se incrementarán de 2,1 a 2,4 millones. Asimismo, en 2023, el Consistorio desarrollará un Plan de Empleo temporal que dará trabajo a 20 personas y significará un gasto de 224.726 euros.
Esos gastos en aumento se compensarán, según el concejal de Hacienda con un aumento de los ingresos por IBIe IAE, de modo que los impuestos directos se espera que supongan 3.540.000 euros frente a los 3.175.000 de este año. También hay una mayor previsión de ingresos por el Impuesto sobre Construcciones y Obras, que se espera que crezca de 65.000 a 100.000 euros. Y el equipo de gobierno también ha calculado un aumento de las transferencias corrientes de 2,4 a 2,7 millones, gracias a un aumento de los ingresos por la participación en tributos del Estado.