La primera victoria de la temporada para el Longevida San Pablo, ante el Força Lleida, no produjo una alegría total en la afición azulona, que se mostró preocupada al ver cómo ninguno de sus dos bases podía acabar el partido. Gonzalo Corbalán tan solo jugó ocho minutos, ya que tras varios errores fue sentado por Lolo Encinas a 4'21'' del descanso y no volvió a pisar el parqué. Esta decisión del técnico vasco no fue ningún tipo de castigo, simplemente respondió a la salud del argentino, que durante la semana había sufrido una infección vírica de la que no estaba totalmente recuperado y que le había hecho perder varios kilogramos de peso. Por su parte, en la segunda mitad Micah Speight tuvo que ser atendido por los servicios médicos por una posible lesión que, finalmente, no va más allá de calambres musculares.

Por ello, los dos bases extracomunitarios del conjunto castellano están totalmente recuperados para preparar una semana que culminará este sábado con la disputa de la tercera jornada de la LEBOro, en la que el Longevida San Pablo visitará el Pabellón Fernando Martín para enfrentarse al Baloncesto Fuenlabrada a partir de las 18.00 horas. Allí buscará su primer triunfo como visitante del curso tras caer de manera decepcionante en la jornada inaugural frente al Alimerka Oviedo, en la prórroga. De hecho, el conjunto asturiano es uno de los tres únicos conjuntos de la LEBOro que no sabe lo que es perder tras dos jornadas. Los otros son el Leyma Coruña de Epi y el Club Ourense Baloncesto.

Solo rumores. Con la salida de Óscar Alvarado del Grupo Ureta Tizona, su nombre pronto se relacionó con el San Pablo o el Real Betis, sin embargo, el club del Coliseum rechaza esta posibilidad en nombre de su director deportivo, que confía plenamente en la pareja formada por los mencionados Corbalán y Speight.