Luis Zahera volverá en otoño tras agotar todo para esta tarde

A.S.R.
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El actor gallego salta a Cultural Caja de Burgos con este monólogo sobre sus vivencias que repetirá el 29 de octubre en el mismo escenario. Entradas a la venta

Luis Zahera hace un repaso a su vida en este monólogo con su peculiar mirada.

Ya solo pronunciar su nombre en alto dibuja una sonrisa en quien lo escucha. Su acento gallego, su socarronería, su pinta de hombre bueno, su punto canalla... y los personajes que ha interpretado en el cine y en la televisión han encumbrado a Luis Zahera. Da lo mismo que encarne a un lugareño en la Galicia profunda zarandeado por un entorno asfixiante, como hace en la laureada As bestas, que se meta en un traje hecho a medida y transite por las esferas del poder, que borda en El reino, ambas películas dirigidas por Rodrigo Sorogoyen y que le valieron los dos premios Goya de su trayectoria. Esta dedicación a la gran y pequeña pantalla marca su vida. Una biografía que modela con mucho humor en Chungo, el monólogo que representa hoy en Cultural Caja de Burgos de la avenida de Cantabria (20.30 h.). Otro éxito. Hace ya semanas que esta función colgó el cartel de entradas agotadas. 

Este aviso en la taquilla ha llevado a programar un nuevo pase de este espectáculo en este mismo auditorio en otoño. El actor gallego regresará a orillas del Arlanzón el domingo 29 de octubre. Las localidades, a 20 euros, ya están a la venta a través de los canales habituales. 

Una película esta, la de programar nuevas funciones ante el entusiasta aplauso del público, que se repite en las ciudades por las que pasa Chungo. Un texto autobiográfico en el que Luis Zahera comparte sus historias e histerias en el mundo de la farándula, un monólogo que defiende con la naturalidad y la comedia como armas, en el que dice tururú al miedo al ridículo y se exhibe como nunca, sin el escudo de la pantalla. 

Comparte sus vivencias personales, familiares y profesionales, pasan por allí su madre y sus hermanas, a las que se ha referido en más de una ocasión y entrevista, y también una carrera imparable, en la que avanza encasillado en los papeles de malo malísimo, personajes chungos que en su piel siempre caen simpáticos. Ahora afronta uno más. 

Tras encarnar a un extenso abanico en largometrajes (Que Dios nos perdone, Celda 211, Alatriste, Mientras dure la guerra, La playa de los ahogados, Diario de un skin, A cambio de nada...) y en series de televisión (Entrevías, Vivir sin permiso, Marea Negra, Sky rojo, La zona, La Unidad...), ahora se sube a las tablas para interpretarse a sí mismo, para reírse de su propia historia y provocar las carcajadas en el patio de butacas.