Los arquitectos proponen que el solar del Yagüe tenga uso comercial

Á.M / Burgos
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Vía PGOU. Solicitaron en una alegación que se estudie la posibilidad de que un único operador se quede con los terrenos

El Hospital dejó de prestar servicios sanitarios en junio de 2012. La propiedad es del Estado y la cesión del uso de la Junta de Castilla y León. - Foto: Luis López Araico

En junio se cumplirá un año desde que el antiguo Hospital General Yagüe echó el cierre para siempre. Atrás dejó 52 años de historia y casi un millón de ingresos, pero también un edificio que subyuga a toda la parcela circundante y que, hoy por hoy, es un muerto que amenaza con convertirse en un monumento al abandono, una suerte de alegoría de la crisis que no hace tantos años sería impensable.

Tal situación ha provocado que todo los grupos políticos con representación municipal acordaran solicitar a la Tesorería de la Seguridad Social, su propietario, la demolición del edificio para que, más temprano que tarde, se acometiera allí un nuevo parque, una dotación por determinar y una serie de VPO, que es lo que hay previsto hacer.

Sin embargo, la Tesorería ya ha advertido al Ayuntamiento que sí, que muy bien lo de proponer pero que, hasta que la Junta no desafecte el uso sanitario y revierta la propiedad, el Estado no puede mover un papel. Eso no será mañana. Ni pasado. Después habrá que engrasar la paquidérmica maquinaria central para ir tomando decisiones que, además, costarán dinero. Sirva que el precio de demoler el edificio se estima en tres millones.

Así que parece que, cuando menos, hay tiempo para debatir propuestas. Una de las que ya se han hecho y está a la espera de respuesta llegó a través del Colegio Oficial de Arquitectos. Se ‘metió’ como alegación al nuevo PGOU y, al igual que el resto de sugerencias, la contestación no ha sido remitida puesto que el Ayuntamiento esperará a tener realizada la aprobación provisional para cumplir dicho trámite.

Lo llamativo no es que el Colegio alegue. De hecho, parece casi obligado que lo haga dada la trascendencia del lugar. Lo llamativo es que su postura abre un debate interesante sobre el futuro de ese suelo e incluso del propio edificio. Preguntado sobre este particular, el todavía presidente del Colegio, Félix Escribano, reconoce la existencia de la propuesta pero se reserva una valoración oficial hasta recibir contestación. Lo que sí hace, «a título particular», es avanzar cuál sería su postura: «A mí, e insisto que hablo por mí, me parece un lugar óptimo para instalar una centro comercial del impacto de El Corte Inglés».

mejor el centro. Más allá de que desvincule su postura particular de la del Colegio, lo cierto es que la alegación es muy elocuente. Para empezar, cuestiona que la demolición sea el único camino válido para el Yagüe, algo en lo que sí están de acuerdo todos los políticos con escaño en el Ayuntamiento. Pero, más allá, señala que la ordenación detallada de la parcela debería tener «más reflexión», al entender que no es un parque lo que se necesita en esa zona de la ciudad y cuestiona la viabilidad de levantar torres de viviendas en un contexto como el actual.

Y es entonces cuando el colegio aboga por una apuesta decidida: la creación allí de un establecimiento comercial único que contrarreste la aparición de nuevos polos comerciales periféricos en el nuevo Plan General. Es, en definitiva, una propuesta de reasignación de usos al terreno que pueda quedar liberado en una zona de costura urbana de gran relevancia para la ciudad.

Escribano, de nuevo en nombre propio, advierte que «instalar El Corte Inglés en las afueras será uno de los mayores errores de los últimos años», y advierte que el tejido comercial, social y humano que pivotaba en torno al vetusto complejo desaparecerá sin posibilidad de reactivarse en un HUBU que parece vivir al margen de la trama urbana. Subyace la idea de que la capacidad tractora del gigante de la distribución podría salvar, o al menos regenerar a futuro, todo lo que la mudanza ha convertido en tierra quemada.