Burgos debe apostar por unas fiestas locales "más atractivas, tanto para propios como para extraños", concentrando, entre otras medidas, las fiestas mayores de San Pedro y San Pablo "en una semana grande, repleta de programación y consensuada, no solo con las peñas, sino con los hosteleros, los comerciantes y los propios vecinos". 

El candidato socialista, que ayer inauguró la marcha del Día de la Bici junto a la iglesia Real y Antigua de Gamonal y luego se desplazó al barrio de San Pedro para participar en la romería de la Virgen Blanca, explicó que los actos religiosos y la paellada en el Castillo abren el calendario de unas fiestas que considera que hay que reforzar y exportar a los visitantes de otras provincias. "El Curpillos debe seguir siendo santo y seña de esta ciudad, es una fiesta que se abre y a la que cada vez viene más gente de fuera y esperemos que este año sea así". 

También se refirió a la fiesta de San Lesmes, que considera que debe ser "un poco más notoria". "No puede ser -reflexionó- que solo se celebre en un día, tenemos que intentar vincular una serie de actividades en torno a San Lesmes, en la semana previa y también en el fin de semana. Hay que dar la importancia y la notoriedad que tiene el patrono de Burgos". 

La romería de la Virgen Blanca, que reúne a miles de personas en el barrio de San Pedro y en el Castillo, se ha adelantado un fin de semana en el calendario para no coincidir con la cita con las urnas. Este cambio, resaltó Blanca Carpintero, concejala de festejos, ha permitido dar continuidad a la Noche Blanca, "que ha generado que la gente esté disfrutando de la calle y de la ciudad".