El restaurante Cobo Evolución, en Burgos, ha sido reconocidos con 2 Soles Guía Repsol, aunque este no ha sido el único galardón para la gastronomía provincial. Ricardo Temiño, también en la capital, y Erre de Roca, en Miranda de Ebro, lucen una de estas distinciones al arte culinario nacional. Junto a ellos y dentro de Castilla y León también figuran los establecimientos El Capricho, en el municipio leonés de Jiménez de Jamuz, con dos soles, y Alquimia Laboratorio (Valladolid), Cuzeo (Zamora), Barro (Ávila), con uno cada uno.

Con estas incorporaciones, la Comunidad suma un total de 59 restaurantes galardonados: 43 con un Sol y 16 con dos Soles. Además, y en el caso burgalés, las distinciones se añaden a otras de especial relevancia como la estrella Michelin de Miguel Cobo y del chef mirandés Alberto Molinero, mientras que Ricardo Temiño obtuvo un Sol en 2021 por la cocina de La Fábrica.

Los promotores de estos premios destacaron el «intenso idilio» que vive la gastronomía con una sociedad con ganas de apurar el momento, calificando 2023 como un «año brillante» que se constata con los 98 Soles otorgados ayer en un acto que tuvo lugar en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel de Cartagena. 

El presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras, valoró la gastronomía provincial como «una de nuestras grandes potencialidades turísticas gracias a la unión del talento de nuestros cocineros y la calidad de las materias primas que ofrecemos». Por su parte, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, recordó la vocación de estos galardones de «apoyar y fomentar que el sector sea cada vez más fuerte y conocido», mientras que María Ritter, directora de Guía Repsol, recalcó el «entusiasmo de los cocineros españoles por indagar en recetas e ingredientes para que la experiencia resulte inolvidable».

La gala estuvo presentada por Silvia Abril y finalizó con una exhibición a cargo del cocinero murciano David López, quien elaboró un menú vegetal para reivindicar la riqueza de los productos de la huerta a través de 15 bocados. Se trata, según explicó la propia Ritter, se una tendencia en ascenso ya que «los vegetales van ganando espacio en las cartas de los restaurantes, que sustituyen como producto principal en los platos a los clásicos asociados al lujo, reivindicando las posibilidades infinitas de alimentos humildes a los que la técnica y el saber hacer de los Soles convierte en manjares».