Los efectos de la pandemia a nivel económico no solo se circunscriben a la subida del paro o la desaparición de empresas. La recaudación de tributos por parte del Estado también se está viendo mermada por la caída drástica de la actividad y el consumo, y entre los meses de enero y septiembre Hacienda ha recaudado 23,2 millones de euros menos que en ese mismo periodo del año pasado. 

La Agencia Tributaria acaba de actualizar sus datos mensuales, que arrojan unos ingresos de 549,8 millones a repartir entre los diferentes impuestos que gravan a ciudadanos y compañías en la provincia. Por comparar, en 2019 hasta el día 30 de septiembre el montante se disparó hasta los 573 millones. A nivel regional la caída se agudiza más: mientras que en Burgos la caída es del 4,1%, en Castilla yLeón asciende al 7,4%, cerca de 215,7 millones de euros de diferencia entre ambos periodos.

El principal capítulo que ha provocado la merma de recaudación tributaria es el Impuesto sobre elValor Añadido (IVA). En los nueve primeros meses de 2020 elMinisterio de Hacienda ha ‘recibido’ desde Burgos 223,5 millones, un 17,8% menos que en ese mismo espacio de tiempo pero de 2019.Por aquél entonces la cantidad ascendió a 271,7 millones, 48,2 más.

El parón casi completo de la actividad económica durante abril, con el periodo más crudo de estado de alarma, supuso un retroceso de la recaudación notable, pasando de los 58,4 millones de 2019 a apenas 32,2 este ejercicio.No obstante, en los últimos dos meses, coincidiendo con el verano, los ingresos por IVAhan crecido en tasa interanual.

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es el gravamen que más recauda de todos.En concreto entre enero y septiembre de 2019 fueron 243,3 millones, mientras que este año, de momento, llega a los 246,2 millones. Aunque en abril los ingresos cayeron casi un 50%, durante los últimos meses ha registrado mayor recaudación en tasa interanual.

Recuperación. De nuevo el cuarto mes del 2020 fue el que más castigó a la recaudación de un tributo, en este caso elImpuesto de Sociedades. Sin embargo, la tendencia este año ha sido creciente, lo que contrasta con los malos resultados que este gravamen estaba experimentando desde 2017.Es por ello que hasta septiembre se han recaudado de las compañías burgalesas 60 millones de euros, casi el doble de los 30,6 que se tenían contabilizados el año pasado por estas fechas.

El montante restante hasta alcanzar el total lo conforman tasas como los impuestos especiales (sobre la cerveza, vino y bebidas fermentadas, matriculación, hidrocarburos o las labores del tabaco), los impuestos sobre el tráfico exterior o el impuestos sobre la renta de no residentes, que alcanzan los 20,1 millones frente a los 27,7 recaudados en 2019.