El PP estira el último día de campaña para convencer a los indecisos y abstencionistas. La candidatura a la Alcaldía de Burgos liderada por Cristina Ayala se reunió en la mañana de hoy viernes en la sede del partido para hacer balance de dos semanas marcadas por la «ilusión», con la esperanza puesta en las elecciones del domingo día 28.

«Hemos hecho un trabajo que, creo, los burgaleses han valorado bien y tenemos la percepción de que la ciudad tiene necesidad de cambio», explicó la cabeza de lista de los populares, consciente de la importancia de cada paso completado.

No en vano, el resultado estará «ajustado» y cada sufragio «será determinante». «Pedimos a los ciudadanos que nos den su apoyo y confianza porque no vamos a decepcionarlos. Queremos ser la voz de todos los burgaleses», aseguró una Ayala que apeló de nuevo a una alta participación. Sobre todo, de aquellos votantes de centro-derecho «que quieren una sociedad alejada del socialismo y de todo lo que representa».

La dispersión del voto en este bloque puede ser decisiva, aunque la candidata del Partido Popular trasladó la presión a sus rivales. «El más preocupado debe ser el PSOE vistas las noticias de lo que es el partido en España. Compra de voto, secuestros... son auténticas barbaridades», zanjó.

Los populares finalizan un trabajo «cercano al ciudadano y basado en la escucha activa», según explicó su jefe de campaña, César Barriada. Después de «cuatro años perdidos», el PP se presenta «como una opción de presente y futuro». Para llegar a su objetivo, la formación ha repartido 50.000 pasquines en la calle y ha registrado 380.000 impresiones digitales y 5.000 visitas a su sitio web.