La Fundación Aida ha recuperado su añorado proyecto de explotar el aparcamiento para camiones del polígono de Villalonquéjar IVy mantiene conversaciones avanzadas con el Ayuntamiento para instalar en este enclave industrial un área de descanso enfocada a dar servicio a las grandes flotas internacionales europeas, cuyas rutas transcurren por Burgos, y que ya habrían mostrado su interés por utilizar este espacio.
El proyecto, que ya conoce la Concejalía de Industria y que pasaría por la convocatoria de un concurso público de explotación, generaría en una primera fase 5 puestos de trabajo que sería cubiertos por personas con alguna discapacidad, el objetivo último de integración laboral de esta organización privada. Su tarea sería la de vigilar las 24 horas del día y los 365 días del año este aparcamiento cerrado, que tiene capacidad para acoger hasta 260 camiones.
Aida, según adelanta su presiente, Juan Carlos García, está dispuesta a realizar las inversiones necesarias para instalar cámaras de vigilancia y sensores de movilidad, entre otras medidas, para blindar al máximo este recinto de 30.000 metros cuadrados, dado que la seguridad es una de las demandas más acuciantes del sector local y de las compañías de transporte internacional y a la hora de proteger sus vehículos con carga en sus pausas de ruta.
El enclave, en el que se invirtieron entre 3 y 4 millones en su construcción y que no ha tenido uso alguno hasta ahora, está totalmente vallado y cuenta con seis torres de iluminación.
Área de descanso.
En una segunda fase, añade García, y de acuerdo con la demanda que genere este aparcamiento, se barajaría la instalación de una estación de servicio y un área de descanso para atender a los profesionales del volante, lo que conllevaría más inversiones y también más puestos de trabajo para discapacitados. «Primero queremos definir con claridad qué es lo que podemos hacer ahí y estudiar todas las posibilidades de negocio que se nos permitan...». De hecho, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana ya permite este tipo de equipamientos en este lugar, algo que era imposible con el anterior PGOU.
A la espera de cómo se materialice el contrato de explotación con el Ayuntamiento, la Fundación Aida considera que ahora sí se dan las condiciones para abrir el párking, algo que no ocurría hace cinco años, cuando empezaron las conversaciones para llevar a cabo este proyecto, que también se ofertó a la patronal del transporte Asebutra.
«Vemos que hay una mejora económica y que es el momento de emprender algo nuevo», señala el presidente de la Fundación Aida, que gestiona las gasolineras de la calle Islas Baleares y Villalonquéjar y da empleo a 45 personas discapacitadas.
Asimismo, García considera que en Burgos no hay una oferta de estas características pese a ser un nudo logístico y un lugar de paso de mercancías internacional privilegiado. A diferencia de hace cinco años, el aparcamiento cuenta con el nudo de carreteras próximo ya desarrollado y en funcionamiento, lo que facilitará el acceso de los camiones. En concreto, se refiere a la circunvalación norte de la ciudad (que transcurre por las traseras del párking) y el arranque de la autovía de Aguilar de Campoo.