15 bajas por un accidente laboral cada día en Burgos

G. ARCE
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Tres trabajadores han fallecido en la provincia hasta febrero. En dos meses la siniestralidad -en su mayor parte leve- se ha disparado un 6,5% con respecto a 2022, un año que ya fue considerado «malo»

Las bajas por accidente laboral siguen en ascenso tras la pandemia. - Foto: Luis López Araico

El regreso a la normalidad tras la crisis sanitaria está afectando al ámbito de la prevención de riesgos y la salud laboral, inmerso desde hace meses en una espiral creciente de datos negativos y preocupantes. Si el pasado año terminó con 12 trabajadores fallecidos, la cifra más alta de la última década, y un aumento de hasta un 115% en los accidentes de carácter grave (50 sucesos) en la provincia, los primeros balances de 2023 auguran que la tendencia no ha cambiado sino que puede agravarse.

Durante los dos primeros meses del año ya se han registrado 3 accidentes mortales y la cifra de siniestros con baja -afortunadamente leves en su gran mayoría- se eleva un 6,53% con respecto a 2022, contabilizándose una media de hasta 15 bajas laborales diarias por accidente en los centros de trabajo o en los desplazamientos.

Burgos, según los balances provisionales que maneja el Ministerio de Trabajo y Economía Social, localiza un tercio de los siniestros mortales de Castilla y León en los dos primeros meses del presente año y se situó entre las provincias españolas con alta mortandad. 

En nuestro país la mortalidad durante la jornada laboral ha crecido por encima del 30% en el arranque del año, confirmando que los problemas ya registrados en 2022 persisten en la actualidad, no solo por la recuperación y el aumento de la actividad económica, sino también por el reflejo que puede tener una pandemia en el estado de salud físico y mental de los trabajadores. De hecho, está demostrado que la fatiga pandémica ha agravado enfermedades e incluso ha elevado el número de incapacidades laborales temporales.

En los 59 primeros días del año, último dato oficial actualizado a mes vencido, se contabilizaron 865 siniestros con baja durante la jornada en la provincia, un 6,53% más que durante el mismo periodo del pasado año. Los sucesos in itinere (en los desplazamientos a o desde los centros de trabajo) sumaron 75, cifra similar al año precedente.

Burgos aglutina un 21,2% de la siniestralidad laboral de Castilla y León en los centros de trabajo, porcentaje que comparte con Valladolid y que dobla en muchos casos al del resto de provincias de la región.
En los sucesos in itinere, Valladolid registra el 26,4% de los casos, León el 18,9% y Burgos el 16,5%.

Afortunadamente, la gran mayoría de los siniestros contabilizados son de carácter leve, aunque provocaron la baja laboral del afectado y alteraron la normal actividad de las empresas. Dislocaciones, esguinces y distensiones o heridas o lesiones superficiales aparecen en la mayoría de los partes de baja, seguidas por conmociones o heridas internas y fracturas de huesos. 

No obstante, durante la jornada laboral hubo dos muertos y un tercero en los desplazamientos a los centros de trabajo, circunstancia que no se daba en un primer mes del año desde hace tiempo en Burgos.
Los tres accidentes mortales se registraron en enero en el sector agrario, en el industrial (ámbito de la fabricación de maquinaria) y durante los desplazamientos.

El principal causante de las muertes durante la jornada laboral son los infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales, que crecen un 73% en el arranque del año con respecto a 2022.

La mitad de los trabajadores fallecidos en España sufrieron este tipo de accidentes cardiovasculares, la mayoría fatales si no se atienden a tiempo. Le siguen los causados por accidentes de tráfico, que se elevan un 33%; los atrapamientos o los golpes contra un objeto inmóvil, entre otras causas.

Según los balances, las víctimas mortales son mayoritariamente hombres y asalariados, que trabajan como conductores u operadores de maquinaria móvil, peones o empleados de escasa cualificación. Por cada mujer accidentada se registran 3 bajas de hombres por la misma causa. 

Las víctimas se mueven en una franja de edad crítica: entre los 46 y 55 años. 

Sectores. En todos los sectores económicos de Burgos hay siniestralidad, aunque más de la mitad de los casos se localizan en los servicios (450), en todos los registrados de carácter leve. Dentro del ámbito terciario, las ramas de actividad más conflictivas se localizan en la de los servicios de comidas y bebidas (51 siniestros), el transporte terrestre (49), el comercio al por menor (48) y los servicios asistenciales en residencias de personas mayores o discapacitadas (43).

El sector industrial contabiliza 281 accidentes entre enero y febrero, buena parte de ellos en la industria de la alimentación (87) y en la fabricación de productos metálicos (46). Todos son de carácter leve salvo el mortal antes mencionado.

En agricultura se registran 19 siniestros hasta marzo, uno de ellos mortal, y en construcción 113, repartidos entre construcción de edificios y los oficios especializados.