El Ayuntamiento de Miranda dejó sin ejecutar varias inversiones en 2022. En ese listado de asuntos se encuentra la instalación de cámaras de videovigilancia, que cuenta con una partida prevista de 50.000 euros. Sin embargo, el departamento de Obras sigue trabajando en el proyecto y, aunque todavía faltan muchos flecos por cerrar, el concejal, Adrián San Emeterio, reconoce que ya tienen pensadas las zonas principales donde pretenden colocar este sistema de seguridad. Concretamente, el edil del PSOE comenta que el espacio entre el Casco Viejo y la famosa rotonda de la M se alzan como los puntos prioritarios.
Desde el equipo de Gobierno justifican esta decisión provisional explicando que esas zonas cuentan con fibra óptica, algo esencial para poder instalar las cámaras. Asimismo, San Emeterio apunta que el objetivo pasa por vigilar aquellos puntos «más conflictivos en cuanto al tráfico». En este sentido, el concejal de Obras y Servicios argumenta que la calle Real Allende, que une la escultura bautizada como Vivir Miranda con el Casco Viejo, es muy estrecha y «puede haber más problemas» con los vehículos porque se genera «efecto embudo». Precisamente, el barrio más antiguo de la ciudad del Ebro también tiene esas características y, sobre todo en su entrada, suele acumular bastantes vehículos a diario.
Con todo, otros espacios quedan descartados por ahora. Entre ellos está el parque Antonio Machado, que ardió parcialmente hace más de un año por culpa del vandalismo. De hecho, ese suceso precipitó este proyecto del equipo de Gobierno, que veía entonces en las cámaras de seguridad un buen mecanismo para combatir las actividades incívicas. En cualquier caso, la céntrica zona de juegos no dispone de fibra óptica, como ocurre con otros puntos, y tampoco está abierta al trafico rodado. Así, en principio, no contará con el sistema de videovigilancia.
Eso sí, San Emeterio aclara que el plan puede variar conforme los servicios técnicos avancen en sus informes. Sobre ello, el edil comenta que «no es lo mismo poner una cámara que poner ocho». Es decir, desde el Consistorio primero deben valorar exactamente el número de dispositivos que se pueden permitir y, más tarde, decidirán si amplían las zonas con cobertura.
Unido a ello, el responsable del departamento de Obras reconoce que la labor interna está resultando un poco más lenta que en otras ocasiones porque «es algo nuevo» para la ciudad. Sin embargo, aclara que «se está trabajando en ello, no se ha parado» y, cuando cuenten con los informes, iniciarán los trámites con la Delegación del Gobierno, que debe dar el visto bueno.