Exigen agua potable a su Ayuntamiento

A.C.
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El Tribunal Superior de Justicia obligó en 2019 al Consistorio a recepcionar las obras de urbanización y prestar servicios y el Procurador del Común ha resuelto a favor de los afectados en 2021 y en septiembre

De izquierda a derecha, Eli Tellería en su casa, su vecino Roberto Gallego y su marido Fernando. - Foto: A.C.

Eli Tellería y su marido, al igual que Alberto Gallego y su esposa, así como una tercera familia construyeron sus casas en la urbanización Señorío de Vivanco en 2021, 2019 y 2018, respectivamente. Desde entonces disfrutan de unas vistas de ensueño a los montes de la Peña, amplios jardines y una calma y un silencio anhelado por muchos, pero de sus grifos sale un agua que quintuplica los parámetros de salinidad aptos para aguas de consumo y cuadruplica los de sulfatos, además de tener bacterias. Aseguran que lo destroza todo, la ropa, la grifería, la piel... Solo la utilizan para lavar ropa de baja calidad y para ducharse o fregar los platos sin utilizar el lavavajillas, porque la salinidad todo lo deteriora. Quieren agua potable en sus casas y el Ayuntamiento no contesta a sus reclamaciones, correos o mensajes vía sede electrónica, aunque si que ha aceptado dos resoluciones del procurador del común emitidas en septiembre de 2021 y justo un año después, el pasado septiembre.

En la urbanización, cuyas obras concluyeron en 2004 y cuentan con un total de 62 parcelas, solo hay ocho viviendas, pero las otras cinco se suministran de la red del vecino pueblo de Vivanco, por lo que no sufren el problema. Sin embargo, las instalaciones de la pedanía no están dimensionadas para abastecer a más unifamiliares y los afectados, los últimos en construir, no pueden engancharse a esa red.

Eli Tellería nunca imaginó la sorpresa que se iba a encontrar en su nueva casa y tras solicitar una solución al Ayuntamiento en reiteradas ocasiones se dirigió al procurador que ya en septiembre de 2021 dejó claro al Consistorio su obligación de facilitar «a la mayor brevedad posible la conexión para el servicio de abastecimiento de agua potable» y que «se adopten las medidas precisas para garantizar la calidad y la regularidad en el suministro de agua de consumo en la urbanización». El procurador le recordaba en su resolución que es «el responsable último de la calidad sanitaria del agua».

Pero la junta de gobierno del Ayuntamiento se limitó a aprobar un acuerdo en noviembre de 2021 en el que requería a la promotora de la urbanización y la entidad de conservación (comunidad de propietarios) que instalasen en el depósito de la urbanización un sistema de potabilización del agua con el fin de que fuera apta para el consumo. Dos años antes, en 2019, el Tribunal Superior de Justicia había zanjado un contencioso entre la promotora y el Ayuntamiento, obligando a este último a recibir las obras de urbanización y hacerse responsable de suministrar los servicios de agua y alumbrado. Además de ello, el depósito y los pozos están en parcelas propiedad del Ayuntamiento, por lo que Tellería volvió al procurador y, de nuevo, el pasado septiembre le conminó a dotar de agua potable a los residentes en la urbanización y a responder a sus requerimientos.

desde lezana. Antes, en marzo de 2022, una memoria del arquitecto municipal ya planteaba llevar el agua a la urbanización desde el depósito de la localidad de Lezana y valoraba los trabajos en tan solo 10.300 euros, al no ser apta la de los pozos de la urbanización. Pero ha pasado un año y no hay noticias de las obras. Mientras, Roberto Gallego sigue yendo a la lavandería en Medina, otro vecino se suministra de fuentes, todos compran agua embotellada para beber y esperan respuestas que si no llegan Eli Tellería anuncia que las demandará en los tribunales.