La obra para reparar Castrovido aún está en la fase de sondeos

P.C.P.
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La empresa, contratada por 3 millones, trabaja en la margen derecha del Arlanza para conocer el comportamiento del terreno y el flujo de agua por las calizas parcialmente fracturadas

El contrato de emergencia para Castrovido fija un plazo de 15 meses, hasta el 22 de marzo de 2024. - Foto: f2estudio

Los trabajos para sellar el sumidero que mantiene paralizada la puesta en carga de la presa de Castrovido acaban de comenzar, aunque únicamente con una serie de estudios y sondeos previos para conocer la geología de la zona, que o bien no se realizaron, o bien no detectaron el problema con carácter previo, pese a todos los años invertidos en el diseño y construcción de esta infraestructura. Las obras fueron adjudicadas por 3,364 millones de euros tras ser declaradas de emergencia por el Ministerio para la Transición Justa y elReto Demográfico, decisión ratificada por el Consejo de Ministros en enero.  

La Confederación Hidrográfica del Duero contrató a la empresa Sondeos, Inyecciones y Trabajos Especiales S.A., que ha comenzado «con la investigación y estudio de la geología de la zona» mediante unos trabajos de campo cuyos resultados se analizarán en conjunto para, según la CHD, «tener el mejor conocimiento posible del fenómeno kárstico de infiltración advertido» y como «paso previo al diseño y proyecto de las soluciones necesarias para corregir» esa fuga de agua. 

En estos momentos, informan desde la Confederación, se realiza n una serie de sondeos con extracción de testigo en la margen derecha del río Arlanza, «que permitirán conocer al detalle el comportamiento del terreno en lo relativo al flujo de agua por el estrato de calizas parcialmente fracturadas que se sitúa aguas abajo del citado sumidero», añaden. 

La fase de llenado en pruebas del embalse quedó paralizada tras completar solo una primera etapa, con 4 hectómetros cúbicos -apenas un 11% de su capacidad- entre junio y diciembre de 2021. En los meses posteriores se detectó la anomalía en el cauce del arroyo Vaquerizas (afluente del río Arlanza por su margen derecha, que lleva agua de forma intermitente), en una zona que quedará inundada cuando se colme la capacidad del vaso principal. 

La puesta en carga no se podrá retomar hasta que no concluyan estos trabajos de sellado, que si bien «se desarrollarán principalmente durante el año 2023», fueron adjudicados con un plazo de ejecución de 15 meses desde el 22 de diciembre, por lo que se pueden prolongar hasta el final del próximo invierno y desaprovechar una de las épocas de lluvias más propicias. Las operaciones dependen, obviamente, del comportamiento climático en la cuenca del Arlanza, por lo que resulta imposible estimar cuándo se completarán, menos con los episodios de sequía sufridos en los últimos ejercicios. En cualquier caso, todo apunta a que se necesitarán al menos un par de años hidrológicos (que comienzan  en octubre) para ello. 

La empresa SITE cobrará algo más de 3 millones de euros por este trabajo, que incluye también cartografía de la zona y ensayos geosísmicos, mientras que los otros 247.933,88 euros son para Cygsa por la asistencia técnica a la dirección de obra. 

Prórroga. En paralelo, hace un mes se firmó una prórroga con Tragsa del encargo de servicios para la explotación y mantenimiento de la presa de Castrovido y el azud de los Vados durante su fase de puesta en carga por otro año y  187.914,52 euros, por lo que ya son más de 3 millones y medio lo que  va a tener que destinar el Miteco este año a la presa de Castrovido,  teóricamente acabada en 2020.