Sin los ciclos de FP que piden las empresas por falta de sitio

B.G.R. / Burgos
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Se trata de una situación generalizada en las dotaciones públicas de la capital que imparten estos estudios. Algunas no han solicitado nada y otras optan por la metodología online para ampliar su oferta

Un grupo de alumnas del instituto Enrique Flórez realizan prácticas del ciclo de grado superior de Higiene bucodental, que ha cubierto todas sus vacantes. / luis lópez araico - Foto: Luis López Araico

La apuesta decidida por su promoción, la ampliación de la oferta y una empleabilidad que sobrepasa el 100% en determinados sectores son algunos factores que explican el 'boom' de los estudios de Formación Profesional, en los que Burgos superó la barrera de los 7.000 alumnos el curso pasado. Circunstancias que se suman al reiterado déficit de técnicos del que alerta en cada foro el mundo empresarial a través de sus representantes. La labor de los centros educativos, que trabajan mano a mano con el tejido industrial y las instituciones, ha sido clave en su crecimiento y no están dispuestos a dar un paso atrás en su apuesta por estas enseñanzas. Por ello, reclaman cada año implantar nuevos ciclos de grado medio o superior, si bien, en esta ocasión, su ambición al respecto se ve limitada por una situación que comparten, sobre todo los públicos, en mayor y menor medida: la falta de espacio en sus dotaciones.

Un ejemplo de esta circunstancia se da en el instituto Enrique Flórez, donde se imparte Bachillerato y FP. «No hemos solicitado nada para el próximo curso porque apenas tenemos espacio para atender a los actuales alumnos», sostiene su director, Javier Antolín, en referencia  a que dicha limitación obliga a usar laboratorios como clases o a tener que pedir más espacios en la antigua escuela de arte, centro del polígono docente del Vena que utiliza junto al Juan de Colonia. 

Los ciclos de la rama sanitaria se encuentran al completo, al igual de los de servicios socioculturales, mientras que en el resto de familias, como química, edificación y alimentación, quedan algunas vacantes sin cubrir, «aunque, en general, no son muchas». Las soluciones no resultan sencillas, pero tampoco imposibles. En este sentido, apunta a la antigua escuela de Relaciones Laborales, ubicada en la calle barrio Gimeno y propiedad del Ayuntamiento, que se encuentra sin uso desde que dicho grado fuera absorbido por la Facultad de Derecho de la UBU, si bien se está intentado buscar una salida con la Dirección Provincial de Educación dentro de sus instalaciones.

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