El centro de Miranda mantiene algún cadáver de la crisis inmobiliaria. Edificios abandonados que buscan una segunda vida difícil de conseguir. Su estado, sus cargas o su alto precio complican ese renacer que afecta a algunos inmuebles de esos que se conocen con la etiqueta de 'toda la vida'. El más caro está en la calle Francisco Cantera, número dos, que hace un año salió a subasta pública con una tasación de 3.486.400 euros. Los otros dos ocupan la esquina de las calles El Cid y Ramón y Cajal y el número 7 de Leopoldo Lewin. Entre los tres suman 39 viviendas sin inquilino y todos sortean en la actualidad a los okupas con puertas de seguridad. El que salió a subasta la colocó tras tener problemas de este tipo durante años.
Fueron más de tres ejercicios en los que las viviendas estuvieron utilizadas sin permiso, con los consiguientes destrozos. Tanto los pisos cercanos, como los comercios, denunciaron la inseguridad y los problemas de salubridad que se generaban. El inmueble se levantó en 1932 y el Ayuntamiento lo protegió por el valor que tiene. Ocupa una de las esquinas más céntricas de la ciudad y en noviembre de 2020 los okupas lo abandonaron.En marzo de 2022 finalizó la subasta sin interesados, por lo que su realidad no ha variado. La tasación rozaba los 3,5 millones de euros, aunque la cantidad reclamada alcanzaba los 3,7, debido a las cargas que arrastra el inmueble, que cuenta con una superficie construida de 1.664 metros cuadrados.
Las tres alturas de las que dispone suman diez viviendas, con tamaños desde los 75 a los 107 metros cuadrados. En los bajos hay que añadir lonjas comerciales. Solo dos de los ocho mantienen su actividad a pie de calle, aunque también cuenta con locales ubicados en la primera planta. Para dar a todo esto una segunda vida, hubo un pequeño interés de rehabilitación, como sucedió con el vecino edificio de calle La Estación 22, pero en este caso la intervención no fraguó. El alto precio que había que desembolsar y las dificultades técnicas asociadas a este tipo de actuaciones evitaron que cristalizara la idea.
Cuando los okupas abandonaron las casas de Francisco Cantera, fijaron su atención en otro edificio céntrico que permanece sin inquilinos en ninguna de sus 22 viviendas. En la zona recuerdan que la policía intervino con rapidez y evitaron que accedieran. En ese momento, la propiedad reforzó la seguridad con una nueva puerta. En la actualidad pertenece a una entidad bancaria y el anuncio aparece en varios portales de internet.
En este caso, el precio asciende a 800.000 euros y se indica está en buen estado, ya que la fachada y el tejado tuvieron una reforma. En cualquier caso, su abandono sí que motiva que se precise de «una reforma o rehabilitación», indican los promotores de la venta. En total, suma una superficie construida de 2.030 metros cuadrados y en la parte baja existen cinco locales, de los cuales solo uno está abierto en la actualidad.
La lista para rozar los cinco millones de euros la completa un edificio que está junto a la nueva biblioteca Cervantes y muy próximo a la rotonda de la 'M'. Se trata del inmueble del Mesón Dante, en el que también había una pensión que cerró hace décadas. En este caso, también se anuncia en la red a un precio de 425.000 euros, aunque se indica que han realizado una rebaja del 15% respecto al precio original, que llegaba al medio millón de euros.
La ficha del catastro refleja que la superficie edificada en este caso queda en los 1.499 metros cuadrados y se construyó en 1935. Lo que era el hostal alcanza los 162 metros. A esto hay que añadir dos lonjas comerciales y el resto está formado por nueve viviendas y un almacén. En este caso, en su fachada cuelga el cartel de una inmobiliaria de activos bancarios y a la vista está que para poder habilitar los negocios o las viviendas necesitaría una reforma profunda.