Italia y la constante regeneración

Diego Izco (SPC)
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El rival de España aún sigue buscando el equilibrio entre la vieja escuela y las nuevas tendencias

Mateo Retegui, nacido en Argentina, no ha debutado en la Serie A. - Foto: EFE

La antigua 'macchina' fiable y regular que era Italia es hoy una moneda al aire. «El jugador italiano ha perdido su ADN», lamentó en una entrevista reciente Chiellini, guarda nostálgico del viejo estilo que hoy rinde sus últimos homenajes al 'catenaccio' en Los Ángeles. Porque el rival de España, esta noche en la semifinal de la Liga de las Naciones, es capaz de perderse un Mundial (2018) ganar la siguiente Eurocopa… y volver a perderse un Mundial (2022). 

Hoy es un equipo más dominante y menos especulativo. Roberto Mancini, mito de la Sampdoria a finales del siglo XX, intenta regenerar a la 'Azzurra' y devolverla a ese lugar de gloria que fue perdiendo en las grandes citas: tras conquistar el planeta en 2006 lleva dos caídas en primera ronda y dos ausencias; y se agarra a la 'Euro' (dos de las últimas cuatro finales) para seguir manteniendo su estatus en el planeta-fútbol. Un equilibrio difícil de encontrar entre la añoranza de la 'vieja guardia' y el ritmo del nuevo fútbol. 

El veterano técnico cumple su quinto año al frente de un equipo que ya no entrega la pelota, que busca al rival con fiereza y que aguanta el tipo mientras va saliendo la 'vieja guardia'. Bonucci (36 años) es el último superviviente, aunque sus compañeros en defensa aseguran ese 'ADN italiano' que tanto añora Chiellini: Acerbi (35), Darmian (33), Toloi (32)… El mundo, no obstante, mira a Alessandro Bastoni, un 'bigardo' de 1,91 metros y apenas 24 años que lleva tiempo en las listas de los mejores centrales jóvenes del planeta. Un líder prematuro que marcará época en la 'Nazionale'. 

El mediocampo

Pero la prueba del cambio italiano está en el centro del campo del 4/3/3, donde ya lucen como motores del equipo futbolistas de buen pie y enorme respeto por el balón. Una nómina relativamente joven en la que el punto de veteranía está en manos de Verratti (30) y Jorginho (31), dos representantes de ese fútbol que antes Italia combatía frontalmente. El 'jefe' del mediocampo, a pesar de su presencia, es Nicolo Barella, aquel al que un periodista italiano (en la previa del Barça-Inter de este curso) definió: «Es Gavi, pero con el oficio ya aprendido». A sus 26 años, el muchacho de Cagliari está en plena madurez, y apadrina la irrupción del nuevo 'niño prodigio' del país transalpino: Davide Frattesi. De 23 otoños, jugador del Sassuolo y en el punto de mira de muchos grandes de Europa, se trata de un mediocentro de físico imponente, corte, llegada, juego aéreo… un 'todocampista' que dará mucho que hablar.

Ya en ataque, la escuadra presenta una nómina compensada y joven, donde solo el 'eterno' Immobile (33) supera la treintena. Federico Chiesa (25) sería el líder de la ofensiva en condiciones normales, pero su año en la Juventus (cuatro goles en 33 partidos) ha sido decepcionante. Y es ahí donde Mancini ha abierto la puerta a jóvenes e incluso exóticos talentos: Raspadori (23) y su año de gloria en Nápoles, el joven Wilfried Gnonto (19), que milita en el Leeds y ya ha jugado 10 encuentros con la 'Azzurra'; o el nacionalizado Mateo Retegui, argentino de nacimiento que aún no ha jugado en la Serie A (toda su carrera la ha hecho en Argentina), que milita en Tigre… y que ha marcado dos goles en sus dos choques como internacional. 

Con Donnarumma guardando las redes, los transalpinos presentan un equipo superior 'kilo' a 'kilo', quizás más contundente en las áreas… pero impredecible. Una característica que comparte con la Roja. 

Trayectoria

Italia alcanzó la 'Final Four' de la Liga de las Naciones por segunda vez consecutiva (el año pasado también se enfrentó a España en semifinales) gracias a su triunfo en el grupo más complicado de la Liga A, ya que se enfrentó a Alemania, Inglaterra y Hungría. Los sorprendentes magiares 'robaron' muchos puntos a ingleses y alemanes, y a los de Mancini les bastó con ser fiable (dos victorias) ante los de Marco Rossi, hoy seleccionador húngaro. Alcanzó 11 puntos (tres victorias y dos empates), los mismos que España ante Portugal, Suiza y la República Checa. 

La octava selección del mundo según la FIFA -un puesto por encima de España- ha sufrido en sus dos últimos partidos (clasificación para la 'Euro'): perdió en Nápoles ante Inglaterra (1-2) y extrajo un 0-2 en Malta.