El año pasado la Copa del Rey se escapó en el último minuto y el título de la División de Honor en la prórroga. Dos crueles finales para un Recoletas Burgos Caja Rural que sigue sin haber estrenado su vitrina de trofeos, pero que, gracias al nivel demostrado durante la temporada 2022/23, ha subido varios escalones en sus aspiraciones y ya se ha ganado su sitio en la lista de candidatos a todo de cada previa. El VRAC, El Salvador, el Ciencias de Sevilla ya no son inalcanzables. Son rivales directos, ni más ni menos. El foco ha cambiado, ya no está en Burgos, está en el resto, porque el objetivo ya no es salvarse, ni asentarse en la élite. El objetivo ahora es ganar.

«Sin haber logrado ningún título, la gente confía en que podemos alcanzarlo. Eso no nos tiene que nublar, nos tiene que centrar más», explica el entrenador del proyecto burgalés, José García, en los días posteriores al inicio de la pretemporada, consciente de que el apasionante reto de la nueva temporada 2023/24 pasa por levantar uno de los tres títulos que habrá en juego: Supercopa de España, Copa del Rey o División de Honor.

Y en esta aventura contará con gran parte de la plantilla que el año pasado convirtió al proyecto en la sorpresa nacional. Siguen un total de 17 jugadores, muchos de ellos pilares fundamentales: en la delantera se mantienen Valentín Bustos, Bernardo Vázquez, Rubén Sanz, Ignacio Caini, Santiago Gramajo, Agustín Gil, Facundo Sacovechi y Johan Wagenaar. En la línea de tres cuartos renuevan Tomás Carrió, Tani Bay, Nicolás Rocaries, Pablo Rascón, Feta Casteglioni, Noah Cánepa, Facu López, Urko Zumeta y Andrés Masuyama. Y a esa base se suman nueve refuerzos: los delanteros Iker Aduriz, Ruan Snyman, Tomás Domínguez, Nehemías Sivori y Vicente Boronat; y los tres cuartos Gabriel Rocaries, Marcel Sirvent, Iñaki Mateu y Guillo Mateu. En total, 27 jugadores de la primera plantilla a los que hay que sumar tres canteranos: Adrián García, Pablo Mata e Iñaki Peña.

Plantilla del Recoletas Burgos Caja Rural para la temporada 2023-24. - Foto: DB

Desde que estoy en Burgos, este ha sido el año en el que más rápido pudimos cerrar la plantilla»

Con esas 30 piezas y con José Basso como mano derecha encargándose de la delantera, José García afronta la temporada más ilusionante de la historia del club, que cabe recordar que tan solo lleva en la élite nacional un lustro y se mide a equipos que llevan asentados durante décadas. Además, el conjunto gualdinegro no es el único que se ha reforzado durante el verano. También los ha hecho el VRAC, candidato perenne; El Salvador, aprendiendo de lo ocurrido el año pasado; o el Alcobendas, de regreso tras ascender de la División de Honor B. Y sin olvidar al resto.

Sin embargo, al técnico no le preocupan demasiado sus rivales. Prefiere centrarse en los suyos, sobre todo de cara a la Supercopa, a finales de este mes. Una oportunidad histórica: «Lo que nos viene es una final y más que centrarnos en la liga, tenemos que pensar en ese partido ante el VRAC y en tratar de llegar de la mejor manera», añade.

Respecto a la liga, el formato será el mismo que obligó a implantar la pandemia. 11 jornadas de primera vuelta en las que los burgaleses deben situarse entre los seis primeros para asegurar por la vía rápida su presencia en el play off. Además, en la jornada inicial, en la que el Alcobendas jugará San Amaro; y en la jornada 8, en la que se visita al Barça, está en juego el pase a la semifinal copera en formato de triangular.

Sin haber logrado ningún título la gente confía en que podemos hacerlo. Eso no nos tiene que nublar, nos tiene que centrar más que nunca»

De esta manera, el equipo de San Amaro tiene por delante un inicio de temporada tan exigente como ilusionante, reflejo de lo que le espera durante el resto del año. Ese primer título está al alcance y si el año pasado se rozó en dos ocasiones, este año no se pueden escapar.