A la Arandina ya prácticamente se le había olvidado la sensación que conlleva una derrota. Con el tropiezo en Santiago frente al Compostela (4-2), la plantilla de Álex Izquierdo puso fin a una espectacular racha de invencibilidad que comenzó el pasado 15 de abril de 2022, cuando el filial del Numacia superó como local al bloque arandino por 3-1. Desde entonces, el balance en competición oficial había sido de 22 triunfos y 11 empates para los ribereños. Números que, por su puesto, permitieron lograr un inmaculado ascenso, así como arrancar la nueva aventura en la Segunda RFEF con tres puntos, ante el Covandonga (2-1) en la jornada inaugural.
Son 514 días, 73 semanas, casi 17 meses o más de un año y medio. Las cuatro medidas son sinónimas y reflejan el amplio lapso de tiempo en el que la Arandina ha sido intocable y ha traducido cada uno de sus partidos oficiales en uno o en tres puntos. Pero en algún momento esa racha debía acabar y lo hizo el pasado domingo, en una muestra de exigencia y de demostración de lo que es la Segunda RFEF, donde el objetuvo ahora es asentarse.
En Santiago de Compostela, la Arandina se vio 3-0 abajo en el marcador, pero lejos de tirar la toalla y guardar esfuerzos en la última media hora de duelo, se puso 3-2 con dos tantos de Gonzalo y amenazó seriamente con el empate. Este nunca llegó a pesar de los intentos y el cuatro gol local en el tiempo de descuento aseguró la derrota. Un desenlace que en la anterior temporada nunca se había dado. De hecho, en el curso 2022/23 la Arandina salvó más de un partido en los últimos minutos.
El primer 'milagro' desde aquel 15 de abril de 2022 llegó en la segunda jornada. Un gol de Jorge Rodríguez en el tiempo extra empató el duelo ante el Real Ávila (1-1) para encadenar el cuarto encuentro en positivo. Antes, la Arandina había ganado las dos últimas jornadas de la temporada 2021/22 y la inaugural de la 2022/23.
La invencibilidad volvió a verse en entedicho a inicios del 2023, cuando los blanquiazules sumaron cuatro empates en sus primeros cinco duelos del año. Sin embargo, luego sumó seis triunfos consecutivos para colmarse con confianza y aumentar considerablemente sus opciones de ascenso.
Pero el momento más tenso llegó en abril, cuando estaba a punto de cumplirse un año desde la última derrota. El escenario, El Helmánticonfrente; enfrente, el Salamanca UDS, otro de los máximos candidatos al ascenso y, por delante, 90 minutos pesadillescos. Menos mal que un gol de Pesca a la hora de juego logró salvar un empate (1-1) después de que Ayoub hubiera fallado un penalti y de haber jugado más de media hora con un jugador menos por la expulsión de Haji.
Un resultado que permitió, además, que en el siguiente duelo se confirmase el ascenso ante el Astorga (2-1) a falta de dos jornadas en las que el desafío pasaba por acabar la temporada sin una sola mácula en el historial de resultados. Y lo consiguió empatando en el derbi ante el Mirandés B (0-0) y salvando los muebles en el minuto 89 del último partido, ante el filial de la Ponferradina (2-2).
De esa manera, gracias a otro gol in extremis, esta vez obra de Pedro Dango, la Arandina se convirtió en el primer equipo de Castilla y León en acabar invicto una temporada completa en una de las cinco máximas categorías nacionales. Un récord que ha durado un total de 33 partidos (dos partidos en la temporada 2021/22, 30 en la 2022/23 y uno en la 2023/24).