Los jóvenes cogen el relevo en Aranda

L. NÚÑEZ / Aranda
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Una nueva generación se abre paso en la capital ribereña y ocupa puestos de responsabilidad tanto en política, como en el sector empresarial, el deporte y la educación

Antonio Linaje, Guillermo Bajo y Rebeca del Álamo, Cristina Martín y Álex Izquierdo.

Algo está cambiando en Aranda de Duero. Desde la política hasta el sector empresarial, el deporte o la educación. Hasta no hace tanto lo habitual era que los galones fueran correlativos a las canas. Hoy, los factores de la ecuación edad-jerarquía comienzan a invertirse y los jóvenes desempeñan varios puestos de responsabilidad. Es el caso del alcalde de la capital ribereña, Antonio Linaje, que con 30 años se ha convertido en el regidor más joven de la historia democrática de la ciudad. También de Cristina Martín, de 38, que asumió a principios de año la presidencia de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera. O de Álex Izquierdo, que suma varias temporadas como entrenador de la Arandina Club de Fútbol. El horizonte de la renovación generacional también abarca el ámbito educativo, con colegios como Vera Cruz, donde hace unos años que decidieron confiar en una dupla de treintañeros, Rebeca del Álamo y Guillermo Bajo, para asumir la dirección del centro, que ronda los 650 alumnos.  

Unos y otros forman parte de la generación del relevo, la del compromiso y la que rompe con los clichés de que los jóvenes no están dispuestos a asumir responsabilidades. Todo ello en una ciudad con alrededor de 33.000 habitantes a la que han vuelto tras formarse durante años fuera y en la que quieren asentarse y contribuir a su crecimiento desde sectores en los que el peso lo habían llevado de manera tradicional profesionales veteranos. Todos coinciden en que la edad no debería suponer una barrera cuando hay buena actitud y remarcan la importancia de combinar juventud y experiencia para enriquecerse mutuamente y, sobre todo, para que Aranda siga por la senda del progreso.   

Entre las palabras que más repiten Linaje, Martín, Izquierdo, Bajo y Del Álamo figuran ilusión, energía, frescura, cercanía en el trato o compromiso. «Al final esto implica un aprendizaje continuo y es una experiencia que marca un crecimiento personal y profesional muy grande», destacan los profesores.

Antonio Linaje | Alcalde de Aranda de Duero

"Tenemos que tomar la iniciativa y liderar el cambio"

Antonio Linaje lo tiene claro. "Los jóvenes tenemos que tomar la iniciativa y liderar el cambio, el cambio que va a conformar nuestro futuro. Obviamente, con la experiencia de los mayores, pero es el momento de que entremos", asegura. Él, consecuente con su forma de pensar, ya lo ha llevado a la práctica. Asumió la Alcaldía de Aranda de Duero a mediados de junio tras el triunfo en las elecciones municipales de la agrupación de electores Sentir Aranda. Antes, este graduado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por la UBU y con un máster en estudios europeos, había desempeñado cargos de responsabilidad como consultor de administraciones públicas y asesor de fondos europeos en varias empresas. Trabajó en distintos proyectos relacionados con el medio ambiente y la transformación digital, diseñó la estrategia española de economía circular y promovió la renovación del sistema postal de Panamá, entre otros. Justo antes de recalar en la Alcaldía de la capital ribereña, se dedicaba a conseguir fondos para ONG. "Mi trabajo consistía en hacer proyectos para las personas, que es algo muy gratificante", subraya. También en el Ayuntamiento, al que se presentó "por sentido de la responsabilidad", se volcará en mejorar el día a día de los vecinos. "Es un gran orgullo representar a todos los arandinos y poder luchar por un proyecto regenerador, nuevo y atractivo", defiende. A su juicio, hasta ahora "han faltado muchos espacios para los jóvenes o han estado demasiado tiempo monopolizados por los veteranos". Por ello, Linaje aboga por que la juventud "participe de lleno en el ámbito social, cultural, político... Hay que dar muchísimos más pasos". Les anima a ser activos social y empresarialmente, a implicarse. En definitiva, subraya que ha llegado la hora de "ser protagonistas".

Cristina Martín | Presidenta de los empresarios de Aranda

"Hay que confiar, dejar hacer y no tener miedo a comprometerse"

Cristina Martín asumió la presidencia de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (FAE Asemar) a principios de año. Cuenta que el anterior vicepresidente, Roberto Rojo, le animó a dar el paso. Y ella aceptó, consciente de que se trata de una "buena oportunidad" tanto para su propio desarrollo profesional como de cara a impulsar este colectivo. "Asemar me ha visto crecer como empresaria. Ahora se trata de devolver ese apoyo", apunta Martín, de 38 años. A su juicio, no hay nada más reconfortante que "contribuir en algo que va en beneficio de la sociedad". De ahí que haya decidido tomar el relevo en un sector que, como ella misma admite, "es verdad que suele contar con profesionales con más trayectoria empresarial".

Ahora bien, Martín remarca su compromiso y la importancia de dejar paso a los jóvenes. "Hay que confiar y dejar hacer. Los que ya han abierto camino tienen que ser el empujón para los que vienen detrás", subraya, mientras defiende que por mucho que "esta generación se ha encontrado 'todo hecho' de alguna manera, en el sentido de que hemos gozado de muchas conquistas, no quiere decir que no haya gente comprometida, con muchas y buenas ideas". Por eso, ella anima a sus alumnos de la Universidad de Burgos a que "asuman responsabilidades y a que no tengan miedo a comprometerse. Lo tienen todo por hacer". Acto seguido, lanza una cuestión: "¿Qué alternativa hay si no? Ser pasivo. No lo contemplo", remarca convencida. Eso sí, sabiendo que la combinación de veteranía y savia nueva resulta fundamental y que la clave está en "converger todas las visiones".

Con estas herramientas, Martín trabaja para hacer de Aranda "una localidad más atractiva, abierta y moderna" a la que hace falta "dotar de más recursos e infraestructuras".

Guillermo Bajo y Rebeca del Álamo | Directores del colegio Vera Cruz

"Cuando te proponen la dirección da vértigo. En el colegio hemos roto multitud de estereotipos"

Rebeca del Álamo y Guillermo Bajo forman un tándem perfecto al frente del equipo directivo del colegio Vera Cruz en Aranda de Duero. A sus 37 años, ella ejerce de directora general desde hace ya varios cursos y él, con 35, de director pedagógico. Junto con el resto de compañeros, conforman uno de los equipos educativos más jóvenes en la capital ribereña. Fue Rebeca la que, en gran medida, abrió un camino nuevo en este centro, que cuenta con cerca de 650 alumnos desde su escuela infantil hasta la ESO. Comenzó hace 12 años realizando sustituciones, después pasó a ser tutora de tercero y cuarto de Primaria, más tarde asumió la dirección pedagógica y de ahí dio el salto a la general, que siempre había desempeñado una hija de la Caridad. Cuando le comunicaron esta decisión tenía 30 años. Reconoce que sintió vértigo. "Tal cual". Porque, como explica, "ningún maestro se prepara para asumir un cargo directivo, sino que te formas para estar en el aula con los alumnos, no en un despacho".

Con el ascenso de Rebeca del Álamo llegó también el de Guillermo Bajo. "En mi caso, me resultó más fácil porque tenía su ejemplo y su ayuda", subraya, mientras defiende que el hecho de contar con un claustro joven les permite "adaptarse mejor a las necesidades de los alumnos. La energía que tienes cuando eres joven es increíble, se aporta más frescura y cercanía". Y lo aportan en un ámbito, el directivo, que tradicionalmente lo han ejercido los más veteranos. Pero no sólo eso. Del Álamo remarca que han roto "multitud de clichés" porque "muchas veces ocurre que la educación es un sector muy femenino, hay mucha mujer profesora, pero muchos hombres directivos y jefes de estudios. Aquí hemos roto el estereotipo total. Ha cambiado mucho", zanja.

Álex Izquierdo | Entrenador de la Arandina 

"Ya se mira menos el DNI, te juzgan por lo que demuestras día a día"

Álex Izquierdo debutó como entrenador de la Arandina con 26 años. Como futbolista, había pasado por todas las categorías inferiores del club de su ciudad e, incluso, llegó a jugar con el primer equipo. Tras estudiar el grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en Madrid y dos máster en Educación y Preparación Física en Fútbol, regresó a las filas del club blanquiazul: primero como preparador físico, en la temporada 2016-2017; y poco después, en la 2019-2020, asumió el mando del equipo técnico. "Era un sueño", admite, pese a que esta oportunidad le llegó en unas circunstancias un tanto agridulces por el cese del anterior entrenador.

Reconoce que hay que tener un punto de valentía y responsabilidad para tomar decisiones que "muchas veces no son fáciles". Él no dudó. Dio el paso y se dispuso a demostrar que estaba preparado para entrenar al conjunto que le vio nacer y crecer. Y vaya si lo ha conseguido. La Arandina logró en abril un histórico ascenso a Segunda RFEF, tras una temporada para enmarcar en la que no perdieron ni un solo partido. "Pocas cosas hay más bonitas que lograr estas metas en casa", destaca.

Hoy, con 30 años recién cumplidos, Álex Izquierdo recuerda que este paso al frente le generaba "respeto y responsabilidad por hacer las cosas bien en mi ciudad, no presión". Y así se mantiene. Consciente de la importancia del trabajo y el esfuerzo diarios. "Esa línea roja de que la edad puede ser un obstáculo se va superando", asegura, mientras defiende que a la hora de gestionar un vestuario, "cada vez se mira menos el DNI, no te juzgan por la edad sino por tu conocimiento, por la organización diaria, por lo que ayudas a los jugadores en el campo... En definitiva, por el desarrollo y las capacidades que demuestras día a día". En este sentido, Izquierdo rechaza los clichés de que los jóvenes no están dispuestos a asumir responsabilidades y subraya que "esas etiquetas no son justas". A su juicio, en Aranda se han dado pasos que reflejan la mentalidad de "una ciudad con ganas de progresar".