"Podemos presumir del nivel de donaciones en Castilla y León"

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El coordinador autonómico de Trasplantes en Castilla y León destaca el "elevado" nivel de donación y trasplante en Castilla y León que "duplica" incluso a Alemania

“Podemos presumir del nivel de donaciones en Castilla y León” - Foto: Rubn Cacho ICAL

Burgos acogerá del 16 al 18 de mayo el XXXVII Congreso Nacional de Coordinadores de Trasplantes, que reunirá a más de 150 asistentes, y durante el cual se repasarán algunos de los temas más actuales de la coordinación de trasplantes, como son la donación en asistolia, la donación tras el proceso de ayuda a morir, y las contraindicaciones para la donación. Durante las tres jornadas que dura el Congreso, profesionales llegados de toda España repasarán las actividades fundamentales de la donación y el trasplante, e incidirán en los temas "más actuales o recientes". El coordinador autonómico de Trasplantes en Castilla y León y presidente del Comité organizador del Congreso, el doctor Pablo Ucio repasa cuál es la situación actual de la Comunidad en este ámbito, la labor de un coordinador de trasplantes y cómo ha evolucionado el perfil del donante. 

Burgos acogerá una nueva edición del Congreso Nacional de Coordinadores de Trasplantes, en el que tratarán algunos de los temas más actuales en materia de donación y trasplantes. ¿Cuáles son estos temas?

El más actual es la donación tras la prestación de ayuda a morir, la donación en eutanasia, que también se ha pasado a denominar Asistolia tipo 5. La vía en expansión de donación de órganos últimamente en España es la donación en asistolia, de la cual, en algunos aspectos somos muy líderes, como es en donación cardiaca, tras la asistolia. Sobre esto es una de las mesas, y otra sobre la donación tras la eutanasia. Es una ley que se aprobó hace poco y va habiendo cada vez más donantes después de esta práctica, y nos interesa la difusión de los centros y ponentes que contamos con mayor experiencia para todo el resto de los coordinadores de otros hospitales. 

¿Cuál es la labor de un coordinador de trasplantes?

Es la que hace que España sea el número uno desde hace muchos años en trasplantes en el mundo, y en donación más todavía. Hay un médico y una o varias enfermeras, que están específicamente dedicados a esto, pero además están implicados en el mismo hospital. Desarrollan todo el proceso de donación, desde la detección del posible donante, hacen un control y una relación con todas las unidades de donde pueden proceder estos donantes, y establecen un control sobre estos posibles donantes para que el sistema funcione. Una vez se obtiene el donante, valoran qué órganos son útiles, establecen la donación con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la coordinación autonómica para distribuir esos órganos para el receptor más indicados, siguiendo unos criterios que están establecidos. Esa sería la actuación clínica. También llevan el control de calidad de todo el proceso y coordinan también el implante con los equipos tras ese reparto de órganos y los equipos que lo implantan. 

¿En qué situación se encuentran actualmente las donaciones en Castilla y León? ¿Afronta alguna dificultad al ser una población envejecida?

Efectivamente, nuestra población es envejecida y dispersa, con hospitales con distintos grados de complejidad y son cosas que dificultan la donación de órganos. No obstante, estamos en un nivel bueno. Podemos presumir de ello, con un nivel de negativas familiares más bajo que en la media de España y un nivel de donantes que está prácticamente en la media española. Tenemos un problema que es la donación en asistolia. En España hay un treinta y tantos por ciento de donantes en asistolia, mientras en Castilla y León estamos en el 20 por ciento. Tratamos de fomentarlo. Ya hemos tenido donantes en asistolia en todos los hospitales, pero es una práctica que queremos fomentar y es posiblemente la vía de aumento de donantes que tenemos más posible.

¿Existen dificultades?

Los donantes en asistolia se aceptan más jóvenes, eso nos perjudica. Luego, los donantes en asistolia proceden de que se limite el esfuerzo terapéutico en los pacientes y estas son las dos dificultades añadidas., Muchas veces podemos presumir de sanos, nuestros pacientes, a los cuales se les deja de tratar, son enfermos mayores que tienen patología asociada y eso hace que muchas veces no puedan ser donantes. Tenemos un sistema de donación de trasplantes que funciona muy bien, tanto en la donación como en el trasplante, siempre se puede mejorar y en eso estamos, pero hay que darse cuenta que una población como la nuestra, en Castilla y León,con todas estas dificultades expuestas, duplicamos en donantes y trasplantes a Alemania. Las capacidades de mejora son dificultosas porque estamos en un nivel muy elevado.

¿Qué datos se barajan en el último año?

Este año va bastante parecido al anterior. En 2019 tuvimos 48,9 donantes por millón de habitantes y en el 2022, 46 donantes por millón de habitantes. Muy poca diferencia, mientras que en el año del Covid bajamos a 36 donantes por millón de habitantes.

¿Se ha remontado la actividad precovid?

Sí, claramente. No hemos llegado en 2022 a los datos del 2019, pero son muy similares.

Cómo afectó la pandemia a la donación?

Afectó fundamentalmente en que los enfermos muchas veces no eran trasladados al hospital. Tenían miedo, se paralizaron las actividades programadas y las unidades de críticos que es donde se pueden generar los que pueden ser donantes, estaban absolutamente bloqueadas con la pandemia. Influyó tanto en donantes como en trasplantes, que también bajaron porque no se sometía a los enfermos a trasplante ante el riesgo de que se contagiasen de Covid y fuese peor el remedio que la enfermedad. Todo esto se juntó y fue un año que en Castilla y León, quizá para el nivel alto que tuvimos de afectación por Covid, no fue especialmente grave. Por ejemplo, España bajó también, prácticamente igual que Castilla y León, pero algunas comunidades mucho más.

¿Hay un cambio de perfil en el donante?

Depende de a dónde nos remontemos. Si nos remontamos a los años 90, el cambio es radical. Eran jóvenes procedentes de traumatismo la mayoría de accidentes de tráfico, esto prácticamente ha desaparecido. El donante jovencito con sus órganos todos perfectos, que moría en un accidente de tráfico, ahora mismo es un 4 por ciento o algo menos de los donantes. Es muy poco relevante.

¿Y el donante actual?

El donante actual es una persona de 60 años de media de edad, que ha sufrido un accidente cerebro vascular, una hemorragia cerebral o un accidente cerebro vascular isquémico (trombosis cerebral). Ese es el perfil mayoritario de donante. Están ahora donantes que mueren de muerte encefácila, su cerebro fallece, y al estar en una unidad de tratamiento intensivo, su corazón no se para y sirve para donantes. El que está creciendo son aquellos procedentes de esta misma patología a los que se añade la encefalopatía postparada o postisquémica, aquella en la que el corazón ha estado parado un tiempo, que hace que se produzca un daño cerebral muy importante. Esto, aunque no lleguen a ser muerte cerebral, son los que van a acabar siendo donantes en asistolia porque se les estima este tratamiento, dado que están en una situación de muy poca respuesta, y se considera que tratarles en ese estado no conduce a nada y son los que se les limita el tratamiento intensivo, hacen una parada cardíaca, se les diagnostica la muerte y a partir de ahí, con una serie de maniobras logramos que esos órganos no se estropeen y vuelvan a ser trasplantado. Este es el perfil del donante en asistolia que está subiendo mucho en España, porque el de muerte encefálica está estabilizado, porque tenemos tan buenos resultados que es muy difícil. Siempre se puede mejorar, porque siempre hay algún donante que se escapa o se pierde en alguna actuación, pero ahí vamos a subir muy poco.

¿No hay tanta gente joven como antes?

Donantes de menos de 50 años no llegan ni al 20 por ciento en el año 2022, y en el 2021 igual. Si hablamos de 10 a 29 años, tuvimos un cero por ciento en el año 2021, y un 4 o 5 por ciento en el 2022. Los donantes son entre los 50 y los 80 años, la gran mayoría, e incluso hay muchos donantes, un 15 por ciento el año pasado, mayores de 80 años. La edad cronológica en sí misma no es una contraindicación para ser donante. Lógicamente, hay que evaluar los órganos detenidamente para que estén bien, pero si lo están, pueden ser donantes con esas edades.

¿Considera que hay más concienciación que antes?

Los datos lo dicen todo. Tenemos un 10 por ciento solo de negativas, está claro que la concienciación social es muy alta y llega a casi todos los sectores de la población, además de la labor de los coordinadores que hacen la entrevista familiar y tienen formación específica y protocolos de actuación. Hay algún sector de personas muy mayores que le dicen a su familia que no querrían donar, pero creo que va subiendo. La gente joven está concienciadísima, y a ver si conseguimos, en pocos años, tener cero por ciento de negativas. Aunque un 10 por ciento se considera marginal, son muchos órganos y muchas vidas, y hay que luchar por ello.

¿Se han implantado nuevas técnicas?

La técnica fundamental nueva, ya lleva varios años, pero es reciente, es la perfusión normotérmica. Es un aparato que se llama ECMO , las siglas en inglés de Oxigenación de Membrana Extracorpórea. A los donantes en asistolia, cuando su corazón se para, y se cumplen los criterios que marca la ley, se declara la muerte y empieza a funcionar este aparato, que nos permite que suplamos un poco la función de ese corazón que no funciona y esos órganos sean útiles. Se los oxigena, se tienen entre una y dos horas en esas condiciones, se ve cómo se recuperan y entonces ya se extraen. Es la técnica más novedosa, que en nuestro país ha permitido bastantes extracciones cardíacas con esta técnica en asistolia, con lo cual somos pioneros. También se ha hecho la primera extracción intestinal, en una niña de Castilla y León, aunque el procedimiento fue en Madrid, en este tipo de donante en asistolia, cosa que no se había hecho en el mundo porque el intestino es un órgano que sufre intensísimamente la parada cardíaca y es la primera vez que se ha hecho con éxito en el mundo.

¿Cuáles son los grandes retos a los que se enfrenta la Comunidad en el ámbito de donación y trasplantes?

El reto es mejorar, mantener los sistemas que ya están muy bien como están o mejor. Una asignatura pendiente que tenemos es la donación de vivo, que quizá ha calado poco en nuestra población y es posiblemente la mejor técnica de trasplante renal. Tiene mejores resultados un trasplante de un donante vivo que de un donante muerto. El año pasado solo hicimos ocho en España, este es un problema que tenemos en todo el país. Así como trasplantamos mucho más que en cualquier país del mundo, hay bastantes países que nos superan en donación y trasplante de vivo y eso es una cosa que hay que potenciar.