El equipo de gobierno de Briviesca se muestra encantado al conocer que la obra más costosa proyectada en el ejercicio actual finalmente supondrá para las arcas municipales una inversión muchísimo menor a la esperada. El Ayuntamiento presentó la memoria de las obras de pavimentación de la calle Santa María Bajera, cuyo presupuesto asciende a los 546.882 euros, en varias convocatorias de ayudas, de las que se han beneficiado de dos, una de la Diputación y otra del Estado en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La administración provincial ha concedido al municipio 250.960 euros en la líneas de Planes Provinciales y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo 178.500, por lo que el Consistorio solo tendrá que aportar 117.422 euros.
Con la idea de continuar en la urbanización y modernización de los barrios y zonas más céntricas de la ciudad, así como realizar una mejora de la accesibilidad, desde el Ayuntamiento consideran fundamental llevar a cabo la mejora de dicha zona, regularizando la gestión del tráfico y dando prioridad a la funcionalidad de los espacios peatonales, fundamentalmente. Uno de los objetivos marcados por el equipo de gobierno al inicio de la legislatura correspondía con eliminar barreras arquitectónicas para mejorar la movilidad en la vía pública, y en el último año ha invertido unos 313.400 euros para lograrlo. No obstante, aún quedan áreas como en la que se actuará intransitables en el casco histórico para una silla de ruedas o un carrito de bebé.
La calle Santa María Bajera cuenta con aceras de ancho inferior a las dimensiones establecidas por la normativa vigente de accesibilidad, elevadas con respecto a una calzada empedrada central que permite el paso de vehículos en sentido de circulación norte y un aparcamiento en línea en la margen derecha. El estado de los pavimentos y áreas de aparcamiento se encuentra muy deteriorado y, desde el punto de vista urbanístico, la inadecuada distribución de espacios y la falta de iluminación y homogeneidad de la misma en algunas zonas hace que resulte peligrosa, tanto para los viandantes como para los conductores por la falta de visibilidad. Además, no cuenta con mobiliario urbano ni elementos para regular el tráfico, salvo algunos bolardos en su tramo inicial y otras señales en localizaciones puntuales.
Las actuaciones también incluyen acondicionar el entorno de la calle Justo Cantón Salazar, que sí ha sido reformada más recientemente y sus aceras, en ambas márgenes, se encuentran en buen estado de conservación, con una pavimentación acorde con las dimensiones requeridas por cuestiones de accesibilidad. Sin embargo, las aceras están a distinto nivel de la calzada. En este caso, el proyecto indica que se eliminarán los pasos de peatones existentes porque la calle funcionará como vial de coexistencia y ya no existirán diferencias altimétricas, por lo que en estas zonas sí se pavimentarán las áreas de bordillo para la pertinente adecuación de las cotas. Además, se ejecutarán rampas para la incorporación a la vía desde Marqués de Torresoto y Pedro Ruiz. Los trabajos se completarán al eliminar los contenedores subterráneos de dicha calle.
Centro sin vehículos. Con la peatonalización de la calle Santa María Bajera quedará cerrado al tráfico el cuadrado de la plaza Mayor. Sobre la regularización de la circulación, el alcalde de la localidad, Álvaro Morales, confirmó en su día que «probablemente no exijan» las mismas normas en esta vía que en el resto de las peatonales (en las que no se permite el paso de vehículos a partir de las 12.30 horas). Las empresas constructoras que tengan intención de presentar sus ofertas en el Ayuntamiento disponen de plazo hasta el 11 de julio a las 14 horas.