Los barrios más degradados necesitan 100 millones

C.M.
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El Plan de Vivienda 2023-2041 contempla nuevas edificaciones sociales y reformas en la barriada Inmaculada, El Crucero y San Julián, Los Vadillos o el Casco Alto

La barriada de la Inmaculada es una de las zonas donde se quiere actuar. - Foto: Alberto Rodrigo

La configuración de la ciudad primero en torno al casco histórico para luego extenderse a los barrios residenciales nacidos antes del año 1980 al albur del desarrollo industrial, las barriadas de viviendas de protección y la conformación de nuevos barrios derivados de los planes parciales hace que la ciudad cuente con una estructura urbana muy heterogénea que en algunos casos se ha quedado desfasada. Hay zonas en las que los edificios adolecen de conservación, presentan problemas de accesibilidad y los espacios públicos se han quedado obsoletos o solo tienen la función de ser vías de comunicación. 

Con el objetivo de contar con una hoja de ruta a corto, medio y largo plazo para poder actuar, el Ayuntamiento lleva meses trabajando en la elaboración del I Plan de Vivienda Municipal con un horizonte temporal hasta el año 2041, tras un acuerdo de Pleno. Además de hacer un diagnóstico de la situación, contempla acciones para mejorar las edificaciones o los espacios urbanos existentes mediante la rehabilitación así como la construcción de nuevas viviendas para jóvenes y mayores con servicios comunes o la instalación de comunidades energéticas para reducir los consumos y emitir menos emisiones al medio ambiente. 

Todo ello con una inversión que rondaría los 100 millones, en concreto 99,2, que no solo aportaría la administración local sino que se acudiría a las subvenciones impulsadas por la Junta, el Estado o la UE. El documento, elaborado por un arquitecto del área de Urbanismo, ha sido analizado en reuniones con los diferentes grupos municipales para que hicieran aportaciones y la idea es aprobarlo antes del fin de mandato.

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