Hallan virus con alto riesgo de provocar cáncer de útero

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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El año pasado participaron en este cribado 8.510. La Junta ofrece esta prueba de carácter preventivo a quienes tienen entre 24 y 64 años y la vacuna, a niñas y niños de 12 años

El uso del preservativo es una recomendación de carácter general para la prevención del virus del papiloma humano. - Foto: Patricia

Hace más de medio siglo que se conoce la asociación entre el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de cuello de útero y algún tiempo menos (1983) desde que se aisló en biopsias de tejidos con este tumor. Tres años después, en 1986, la Junta de Castilla yLeón comenzó con su programa de prevención y detección precoz de esta enfermedad, que consiste en la realización de una citología y, desde 2008, de una determinación del VPH. En 2021, además, se mejoró el programa incorporando el cálculo del riesgo de cada mujer de sufrir un cáncer de cervix «para orientar la conducta terapéutica de forma individualizada» y la determinación de este virus se considera como prueba de elección a partir de los 35. La población a la que interpela es a la de las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años -a las que la Administración se dirige por carta- que cumplan una serie de requisitos como tener o haber tenido relaciones sexuales y no presentar molestias genitales o ginecológicas. 

El año pasado atendieron a esta llamada un total de 8.510. A todas se les practicó esta prueba, que en un 16,86% fue positiva para los genotipos de más alto riesgo oncogénico (denominados 16-18 y que causan la mayoría de los cánceres, entre el 70 y el 80%) y de un 8,30% para el resto, que también presentan un riesgo alto. Se trata de unos porcentajes que se mantienen estables en el tiempo -la Junta ofrece esta información desde 2013- con pequeñas variaciones. Lo que más fluctúa es el número de mujeres que se someten a la prueba que, si bien ha crecido desde que se inició (5.486 se sometieron a esta prueba en 2014 y 3.000 más el año pasado), ha presentado algunas fluctuaciones. La más importante, la de 2021, después del año de la pandemia, que concitó a más de 11.000 mujeres, una cifra que no se había conseguido nunca y que después se ha reducido sustancialmente. En cuanto a las citologías, se hicieron en Burgos 3.736 de las que el 4,07% resultaron positivas, el segundo dato más alto de la comunidad autónoma después de la provincia de Segovia. 

La Junta aclara que los datos de 2022 no pueden compararse con los del año anterior, precisamente por la inclusión de los nuevos criterios: citología como prueba de elección en mujeres de 25 a 34 años y prueba complementaria de cribado si existe un resultado de VPH positivo en las mayores de 35 años.

Cuando las pruebas dan positivo, el personal de Sacyl se pone en contacto con la paciente que, a partir de ese momento es controlada periódicamente por la consulta de patología cervical del servicio de Ginecología. Se le hace un estudio para descartar en primer lugar que haya una lesión en ese mismo momento, y si no la hay se le hace seguimiento para comprobar si se negativiza el virus o si aparece alguna lesión cervical, con objeto de tratarla.

La importancia que tiene esta la realización de la prueba es que llega cuando las lesiones son precancerosas, lo que permite que se haga un tratamiento a tiempo y se pueda curar. El cáncer de cuello de útero tiene un crecimiento lento y en los primeros momentos no provoca síntomas. La infección por el virus del papiloma humano se transmite durante las relaciones sexuales, por lo que se advierte de que el uso del preservativo y la reducción de parejas sexuales son medidas de carácter general que pueden ayudar a no contraerlo. Desde 2008, además, la Junta vacuna a las niñas a partir de 12 años (ya que se considera que es más eficaz antes del inicio de las relaciones sexuales porque no han estado expuestas al virus) y desde este año también a los chicos. 

No solo el virus del papiloma puede produce cáncer de cuello de útero sino que también se asociada a otro tipo de tumores tanto en mujeres como en hombres. Otra de sus consecuencias son las verrugas en los genitales, ano, boca y garganta.