El comercio secunda el plan energético pese a no haber control

B.G.R.
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Una encuesta de la FEC revela que seis de cada diez negocios han adoptado medidas de eficiencia. La Junta recibe solo 22 solicitudes para ayudas con las que financiar inversiones

Las dependientas procuran abrigarse en el interior de los negocios. - Foto: Valdivielso

El plan de ahorro energético del Gobierno central, que entró en vigor el 10 de agosto, provocó un gran revuelo y el rechazo de sectores como la hostelería y el pequeño comercio, que tenía que apagar sus escaparates a las diez de la noche y controlar la climatización del local sin que el aire acondicionado pase de los 27 grados y de 19 la calefacción en el invierno. Hasta el 30 de septiembre tuvieron de plazo para cambiar sus puertas de acceso o adaptarlas con el fin de que su cierre sea automático y evitar así las pérdidas de energía, a lo que se suma la colocación de carteles de información para el cliente de las medidas adoptadas en el negocio. 

Hasta aquí las obligaciones del decreto, pero casi dos meses después de su aprobación ¿se están cumpliendo?, ¿se realizan inspecciones para ello por parte de la Junta, que es la que ostenta esta competencia?, ¿se ha notado realmente el ahorro? La Federación de Empresarios de Comercio (FEC) ha realizado una encuesta entre sus asociados en la que se da respuesta a estas y otras preguntas, como el hecho de si los empresarios conocen o no las ayudas regionales para posibilitar el cumplimiento del plan.

El 60% de los empresarios consultados asegura haber adoptado alguna de las citadas medidas, siendo la principal la del control del gasto energético, tal y como reconoce la presidenta de la patronal, Consuelo Fontecha, quien precisa que dicha práctica «ya se venía efectuando con anterioridad por una cuestión de reducir los gastos en aras de la supervivencia de las empresas». Se detiene en este punto en el 40% restante, el que ha contestado un 'no' en lo referente a su aplicación. «Lo que no sabemos es si esa respuesta negativa es porque ya contaban con esas acciones en marcha», subraya, además de hacer referencia a otra casuística relacionada con aquellos locales que por sus características carecen de sistemas de climatización, lo que lleva a que tampoco «tienen la obligación de adaptar sus puertas», siendo esta medida la que más desconcierto genera debido a la imposibilidad de algunos establecimientos de ponerla en práctica.

Carteles informativos. Las adaptaciones que se han efectuado en la mayoría de los casos pasan por la colocación de un brazo automático que permite el cierre inmediato una vez que entra o sale un cliente, lo que reduce la inversión respecto a cambiar la puerta al completo. Por su parte, la colocación de carteles informativos sobre las medidas adoptadas para contribuir al ahorro energético es, sin embargo, la acción que ha contado con menos adhesión (...).

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