Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Minicrisis electoral

28/03/2023

La quinta crisis de gobierno llevada a cabo por Pedro Sánchez ha sido tan quirurgica como tres de las cuatro anteriores, motivada por la salida de miembros del Ejecutivo para competir en elecciones municipales o autonómicas. Ese fue el caso de Salvador Illa, con destino a Cataluña, o de Pablo Iglesias, para tratar de evitar el hundimiento de su partido en Madrid. Otra minicrisis la generó el ministro de Universidades Manuel Castells, que dimitió por voluntad propia, y la quinta crisis tiene también carácter electoral, la exministra de Industria Comercio y Turismo, Reyes Maroto, pugnará por la alcaldía de Madrid, y la exministra de Sanidad, Carolina Darias, por la de Las Palmas de Gran Canaria, en este caso con más posibilidades de éxito que en el primero. La verdadera crisis de gobierno tuvo lugar en julio de 2021 cuando salieron siete ministros, entre ellos Carmen Calvo y José Luis Ábalos, que habían estado al lado de Pedro Sánchez durante su travesía del desierto.

Con los nombramientos de Héctor Gómez en sustitución de Reyes Maroto y de José Manuel Miñones al frente de Sanidad, Sánchez ha realizado un movimiento político en varias direcciones: con la rehabilitación de Héctor Gómez, cesado como portavoz parlamentario antes de que cumpliera un año en el cargo, ha elegido a una persona que combina su experiencia técnica por sus cargos anteriores en Turismo, con la política, mientras que en el caso de Miñones, Sánchez premia a quien era el delegado del Gobierno en Galicia por su fidelidad de primera hora, sin perder de vista lo que ha manifestado el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que es para poner en la liza gallega a un nuevo candidato del PSG, y quizá no le falte razón.

Ambos tienen por delante importantes proyectos políticos que sacar adelante, algunos de los cuales están muy avanzados, pendientes de la negociación con los sectores implicados y con los propios socios del gobierno de coalición como la Ley de Industria o la dinamización del PERTE del automóvil, entre otras, en el caso de Héctor Gómez; o la Agencia de Salud Pública y otras iniciativas de alerta ante nuevas pandemias en el caso de Miñones, que además se enfrenta a la situación de deterioro de la asistencia sanitaria, aunque las competencias en estos asuntos no corresponden a su ministerio. Asunto distinto es que dispongan de tiempo para hacerlo.

Como estaba anunciado, la crisis de gobierno solo ha afectado a las ministras candidatas a alcaldías, sin que Sánchez haya abordado una remodelación más amplia que afectara a miembros de su Ejecutivo que están verdaderamente "abrasados" por su gestión, como es el caso del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska por los sucesos dela valla de Melilla, y por supuesto el de Irene Montero, de la cuota de Unidas Podemos, tras el fiasco jurídico de la ley del solo si es sí.

Aunque desde el Gobierno se dan por descontadas las críticas de la oposición que dibujan a Sánchez como un presidente maniatado que carece de autoridad para decidir sobre la composición de su Gobierno, la minicrisis ejecutada el lunes no es sino el preludio de la que tendrá lugar cuando se acerquen la elecciones generales y ya se haya resuelto en uno u otro sentido la situación de la izquierda a la izquierda del PSOE, que se enreda por momentos.