Dos permutas en el solar de plaza Vega dificultan su venta

J.M.
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El administrador concursal se da dos meses de plazo para que el interesado en la parcela decida si continúa adelante con su oferta de compra o desiste

La manzana de plaza Vega lleva años en estado de abandono. - Foto: Patricia

La venta del solar de la plaza Vega que en su día fue propiedad de Promociones Plazabur (empresa vinculada a Aragón Izquierdo y en concurso de acreedores desde hace una década) se complica. Si bien es cierto que hace unos meses se conoció la existencia de una oferta para la adquisición de la parcela más próxima a la calle Madrid y que ésta contaría tanto con la conformidad del Juzgado de lo Mercantil como del Banco Santander (quien tiene reconocida una deuda preferente y es ahora quien manda sobre el futuro del solar), la existencia de dos permutas pactadas en su día con pequeños expropietarios de ese espacio podría echar al traste la operación. 

Al parecer, al interesado en la compra del solar, que habría realizado una oferta de alrededor de 2,5 millones de euros, no le convencería la existencia de esas permutas pese a que no están registradas (no figuran como cargas) y pese a que se habría planteado que se pueden resolver. Es decir, los dueños de estos derechos se tendría que sumar a la cola de los acreedores con los que hay deudas sin satisfacer. Lo que es lo mismo, sin posibilidad alguna de que puedan llegar a cobrarlas algún día (salvo que los tribunales, llegado el caso, pudieran decir lo contrario).

Llegado a este punto, el administrador concursal lo que va a hacer es conocer si el interesado en el solar mantiene su oferta o desiste de la misma y se ha dado un plazo de dos meses (el inicio del verano) para que el asunto avance o darlo por muerto. En ese caso, la idea es proceder a la subasta y que sea el mejor postor el que se quede con los terrenos.

Se entiende que esas son las dos únicas opciones viables, ya que ya ha pasado el suficiente tiempo y la situación de esa parcela no puede continuar en la situación actual.

El propio Ayuntamiento, con el alcalde a la cabeza, mantuvo el pasado mes de febrero una reunión con todas las partes implicadas en la que expresó su preocupación por la situación de esta parcela ubicada a apenas cien metros del Arco de Santa María.

La otra parte. En aquel encuentro fue protagonista el solar más próximo a la calle Valladolid, ya que ahí sí hay unos propietarios (alrededor de una docena) que pueden mover ficha sin estar al albur de lo que suceda o no con la parcela de Aragón Izquierdo.

Se compartió por todas las partes que la situación es compleja desde el punto de vista urbanístico y se acordó que lo que tiene que hacer la propiedad es «presentar un estudio de detalle con la ordenación de volúmenes de la parcela» y «solicitar una declaración de excepcionalidad» para que las tres parcelas en las que se divide ese solar tengan un tratamiento único. Porque el problema aquí es que una de ellas se rige por las exigencias del Plan Especial del Centro Histórico (PECH) y las otras dos por las del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2014.

Por lo que se sabe, estos propietarios sí estarían trabajando ya en la redacción de ese estudio de detalle y parece que ya se han cansado de esperar a ver lo que sucede con sus vecinos para tratar de consensuar una solución conjunta. Más que nada, porque la experiencia de los últimos años no ha traído buenas noticias.

En cualquier caso, cualquier pronóstico sobre esa manzana es arriesgado.