La falta de personal paraliza la tramitación de expedientes

J.M.
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La ausencia de un jefe de servicio y de un adjunto deja al área al ralentí. Diversas áreas municipales llevan años denunciando la pérdida de efectivos

Hace muchos años que en el número 1 de la Plaza Mayor se viene escuchando que la estructura del personal del Ayuntamiento está anclada en el pasado y que solo una reorganización profunda puede hacer que la maquinaria administrativa esté perfectamente engrasada. Un cambio que todas las corporaciones prometen, pero que, por razones de toda índole, nunca se termina de afrontar.Lo cierto es que de manera recurrente afloran problemas. En el último año se han conocido informes de los Órganos de Gestión Tributaria e Intervención y Tesorería en los que se alertaba de serias dificultades para poder realizar su trabajo por la falta de efectivos, pero también en este mandato han sido sonados los problemas en el Registro y en Estadística, las protestas de los trabajadores de Servicios Sociales, las dificultades en Deportes (se estuvo a punto de externalizar la gestión de varios polideportivos por falta de auxiliares), el baile de gerentes en Cultura, la marcha de la máxima responsable técnica de Autobuses (vacante sin cubrir desde agosto) o la salida del jefe de Contratación.

De algunas de estas situaciones se ha salido como se ha podido (de otras no) y ahora el desagrado se concentra en servicios como el de Patrimonio o el de Licencias, donde la falta de efectivos se ha convertido en un problema endémico.

En Patrimonio, la falta de un jefe de servicio y de un adjunto a este puesto hace que en esta área estén atados de pies y manos, ya que existen verdaderos problemas para iniciar la tramitación de expedientes. Es necesario contar con un jurídico y las dificultades son tan cotidianas que se antoja misión imposible elaborar un simple pliego.

Si bien es cierto que hay un técnico de Contratación que echa una mano en algunos asuntos, lo cierto es que asume responsabilidades de diversos frentes y su ayuda es puntual pero del todo insuficiente para cubrir las necesidades del servicio. Tan complicadas están las cosas que ni siquiera puede salir adelante un pliego tan sencillo como el que puede ser la licitación del bar del Orfeón. El anterior inquilino, por cierto, renunció a continuar en el local el pasado verano. Algo ha llovido desde entonces.

Más problemas. En la Concejalía de Licencias la falta de plantilla también está generando importantes dolores de cabeza. Si ya las vacantes sin cubrir generan una carga de trabajo difícil de asumir, recientemente se han sumado varias bajas que no han hecho, sino incrementar la tensión dentro del servicio.

La falta de administrativos y de un jefe técnico en Cultura también está dificultando la tramitación de los expedientes y son evidentes los problemas que existen para poder hacer frente, en tiempo y forma, al pago de las subvenciones. Estas dificultades se extiende a otras áreas del Ayuntamiento y prueba de ello es el malestar de las organizaciones del tercer sector, de los barrios a la hora de cobrar por la organización de sus fiestas...

En Medio Ambiente también hay malestar y conocidos son los problemas por los puestos de mandos que no se han cubierto ni en la Policía Local ni en Bomberos. 

No hay quien se libre.