«El cambio climático es real, hay un calentamiento evidente»

R. PÉREZ BARREDO / Ojo Guareña
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Los científicos embarcados en el proyecto de investigación en las cuevas burgalesas ven «preocupantes» indicadores como el notable incremento de dióxido de carbono que se ha registrado desde que empezaran con los estudios en los albores del siglo

Antonio Garralón, María Jesús Turrero y Ana Isabel Ortega forman parte del equipo de investigación paleoclimática. - Foto: Alberto Rodrigo

El proyecto en el que están embarcados los científicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) tiene alcance internacional; no en vano, colaboran con distintas universidades del extranjero. Tanto María Jesús Turrero como Antonio Garralón, que han formado parte de este proyecto desde sus inicios, admiten que la evolución de la temperatura (esa subida de casi medio grado en veinte años) les ha sorprendido. Y preocupado: «El cambio climático es un hecho, hay un calentamiento evidente. Es una realidad. Y es preocupante», señalan. En la recopilación de muestras del Espacio Natural de Ojo Guareña participa también Eduardo, su guarda, que se encarga de recoger agua en los exteriores de la cueva; muestras que se cotejarán en el laboratorio con las obtenidas en el subsuelo, lo que permite un estudio amplio de la realidad ambiental.

Hay parámetros que se miden en las cuevas que arrojan datos que van en consonancia con los que se registran en otros lugares del planeta. Explica Garralón que desde hace más de 70 años existe en Hawái una estación que mide el CO2 en la atmósfera. «Tiene un registro terrorítico, que va desde los 170 hasta los 400 que estamos ahora. En este tiempo se han duplicado. Y el dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero. Y nosotros, en veinte años que llevamos entrando en las cuevas, hemos detectado que también se ha incrementado. Ha ido subiendo. Y lo medimos tanto dentro como en el exterior. Es un dato muy negativo».

Una vez volcados todos los datos en el ordenador portátil, los dispositivos de las estaciones que hay en ambas cuevas (Ojo Guareña y Cueva Mayor) son reprogramados para que vuelvan a registrar la información de los tres meses venideros. A estos científicos les entusiasma el trabajo de campo: las cuevas burgalesas les tienen enamorados. «No sólo son idóneas para un proyecto como éste; además, son maravillosas. Nos encanta venir. Es un privilegio».

El Ciemat está adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la Secretaría General de Investigación, y está focalizado principalmente en los ámbitos de la energía y el medio ambiente. Ocupa una posición intermedia en la cadena que va desde la creación de conocimiento básico a la aplicación industrial, de forma que su ámbito de actividad busca siempre servir de puente entre la I+D+i y los objetivos de interés social.