A cada año que pasa el mercado asiático -y especialmente el chino- ganan más peso en las economías mundiales. La presencia de numerosas multinacionales de todos los sectores, desde el de la automoción al tecnológico, provocan que la dependencia de España de esta nación sea muy grande. Para tratar de acercar un poco a las compañías de la provincia -y por ende también a las castellano y leonesas- el joven burgalés Jesús Camarero acaba de aterrizar en Shanghái. En la ciudad más poblada del gigante asiático trabajará al menos durante el próximo año como promotor de la red exterior del ICE.
El Instituto para la Competitividad Empresarial, organismo dependiente de la Junta de Castilla y León, le ha brindado la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en el máster que ha cursado durante los últimos 4 meses. La formación, especializada en comercio exterior, le servirá para tratar de conectar aún más a importadores chinos con empresas de todo tipo en la Comunidad.
«Es una red que lleva más de 20 años funcionando, pero que ahora me toca encabezar a mí», reconoce Camarero. A finales de la semana pasada aterrizó en la capital china. Su centro de trabajo estará ubicado en las dependencias de la entidad pública empresarial española ICEX, especializada en promover la internacionalización de las firmas españolas por todo el planeta. Camarero estudió el doble grado de Derecho y ADE en la Universidad de Burgos, aunque siempre sintió cierta inquietud por los mercados exteriores y las operaciones comerciales. Tras dos experiencias laborales en multinacionales, su situación de desempleo le condujo a estudiar un máster. «Fue un flechazo cuando me enteré de su existencia. No me lo pensé», precisa.
Aunque su principal encomienda será la de estrechar vínculos entre las compañías de la región y sus clientes chinos, también servirá de enlace para todas aquellas que quieran empezar a enviar o recibir mercancía de esta nación. Del mismo modo, encabezará las acciones de promoción de los productos de la Comunidad en el mercado asiático a través de todo tipo de ferias, marketplaces o showrooms.
«Me han incidido bastante en la búsqueda de empresarios chinos que quieran invertir en España», destaca Camarero. Y es que en los últimos tiempos son numerosos los proyectos, sobre todo industriales, que se han ido conociendo y que han manifestado un ferviente interés por instalar un centro de producción en la Península Ibérica. Para tratar de convencerlos, Camarero tiene muy clara su estrategia: «tenemos un montón de suelo disponible, nuestras infraestructuras suponen una ventaja y las facilidades fiscales nos hacen muy competitivos en comparación con otros territorios», apunta.
Labor. «Mi cometido es vender la marca Castilla y León», resume este burgalés de apenas 26 años. Aunque sobre todo enfocará su trabajo a las empresas españolas, también deberá prestar atención a las chinas. De este modo, podrá organizar expediciones comerciales para que importadores asiáticos conozcan los diferentes productos o servicios que se ofrecen en la región. «El poder está cambiando en el mundo. Antes lo ostentaban los Estados Unidos, pero ahora vira hacia China», reconoce el burgalés.
Destaca el crecimiento constante de la economía asiática y las numerosas oportunidades que surgen a diario como el principal aliciente que vio a la hora de elegir Shanghái como destino. «Trabajar en Alemania, Francia o Portugal siempre será más fácil», indica. La experiencia que vivirá viene precedida del máster que cursó en el Instituto para la Competitividad Empresarial. «Es una oportunidad fantástica», destaca el burgalés, que lamenta que él fuera el único vecino de la provincia entre los 36 alumnos en cursarlo este año.