El sueño del que despertó la Lora

B.A. / Burgos
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Ricardo González, de Neila, exhibe en el CAB 'Una lluvia negra', una muestra de imágenes del campo de petróleo que enseñan lo que perdura en él para transmitir también las expectativas que se generaron con su descubrimiento y que se desvanecieron

Ricardo pasó varias jornadas del 2022 fotografiando los vestigios del parque petrolífero, cuyo resultado, como esta imagen, se verán en la capital. - Foto: R.G.

En la memoria del fotógrafo Ricardo González (Neila, 1957) estaban instalados pequeños recuerdos de un hecho que rememora como importante, el hallazgo de petróleo en la Lora. Apenas tenía siete años. Fue justo cuando su familia dejó la Sierra burgalesa y emigró a Barcelona. Seis décadas después, González ha vuelto sobre aquel suceso, para investigarlo y fotografiar lo que queda de él, proponiendo unas «lecturas del pasado a través de vestigios de los acontecimientos presentes». Así define el autor de Una lluvia negra, la exposición fotográfica que ha inaugurado este viernes en el Centro de Arte Contemporáneo Caja de Burgos, en la capital burgalesa, donde podrá verse hasta el 26 de mayo en la planta -2. 

Con las imágenes del campo petrolífero de Ayoluengo, el reconocido fotógrafo aspira, mostrando los restos que allí prevalecen, a ser capaz de hablar de la expectativa que se generó, de ese proceso de exaltación colectiva y de la retórica que se utilizó para informar de aquel primer brote de oro negro. «Me interesa la generación de ese sueño y tristemente el desvanecimiento del mismo. Lo que pudo ser, lo que un país se creyó que podía suponer, esa salvación. Poco después quedó claro que la calidad y la cantidad estaban muy lejos de esas expectativas que se crearon», detalla. 

González partió su proceso de investigación en la prensa de la época, «si no, no hay forma de contextualizar un asunto», dice. En ella se hablaba del milagro de este oro oscuro que salía del suelo y al que trataban como la salvación para un país. «No me invento nada, parto de una realidad que aparece documentada», explica el fotógrafo, que detalla que el título de la exposición es una expresión que los periódicos usaron para describir el momento en el que brota el petróleo por primera vez. «Una lluvia negra que cae sobre los cultivos, sobre la ropa de los ingenieros y sus coches», relata. 

Tras este proceso de documentación, durante varios días del primer semestre del 2022, Ricardo González pasó horas fotografiando el campo petrolífero, observando lo que allí perdura «apenas varios caballitos, algún depósito y manchas de petróleo», para ofrecer este trabajo que huye de todo efectismo, de todo intento de embellecimiento. 

La exposición del burgalés arranca con una pieza introductoria que contiene los titulares de los periódicos durante la semana siguiente al descubrimiento de su existencia, en junio de 1964. «En ellos se aprecia, a través de la retórica, que por fin se logró, que España estaba salvada gracias al milagro de ese oro negro», dice. La acompañan 38 fotografías en color, muchas de ellas en gran formato y divididas en tres apartados o series sobre lo que fue, hasta el año 2017, la única explotación comercial de crudo de España

Una de esas series está relacionada con lo que prevalece, otra con las máquinas y la tecnología, y una última con las manchas. «Estuve buscando los restos que había por el suelo, que eran muchos, y he articulado la serie de esas manchas como concepto de éxito. Me parecía interesante retomar gráficamente lo que los periódicos planteaban». 

La exposición de González en el CAB se completa con otra muestra en una sala más pequeña, donde a través de 20 imágenes, con un tono más documental, hace una reflexión del proceso museístico sobre el petróleo en Sargentes de la Lora. En esta sala es también donde se proyectará el texto de la locución del NODO sobre aquel acontecimiento.

Por otro lado, aunque no de forma explícita, la muestra también aborda el sentido de los combustibles fósiles en la actualidad y el uso de las nuevas fuentes de energía, instaladas en un campo cada vez más lleno de aerogeneradores y placas solares.