Archivos O.V.N.I. en Burgos

R. Pérez Barredo / Burgos
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El fenómeno de los avistamientos y la posible vida extraterrestre tiene revolucionado estos días a Estados Unidos. En Burgos, especialmente durante las décadas de los 70 y 80, se registraron numerosos casos, algunos llegaron a ser investigados

Archivos O.V.N.I. - Foto: Reyes Martínez

El asunto es cíclico, y cuando reaparece lo suele hacer con inusitada fuerza. Es lo que tiene la sempiterna duda de si estamos solos en el universo, que tiene su morbo y su misterio, su interés y su fascinación. Andan estos días en Estados Unidos zambullidos en el tema OVNI, con encendidos debates en el Congreso, con declaraciones de altos mandos militares que prometen ser un guion de rechupete para cualquier producción de Hollywood. Hete aquí que en Burgos, sin ser tan peliculeros, no han sido pocos los casos de presuntos avistamientos, llegando algunos a ser incluso clasificados como secretos por elEjército español. Ahí es nada. Entre estos últimos, y cuantos se recogieron en la prensa, la lista es amplia. Las décadas de los 70 y 80 (fue el boom de la ufología) registraron la mayor parte de tan enigmáticos casos.

Diciembre 1952. Burgos capital. 
Una de las primeras referencias de avistamientos de fenómenos extraños en el cielo en la provincia de Burgos data del año 1952. Las crónicas de la época recogieron a media mañana de un día de diciembre «dos formas difusas que dejaban una estela blanca» atravesaron las alturas de la ciudad a una velocidad supersónica. La alerta entre el vecindario hizo que desde el Consistorio se consultara con el aeródromo de Villafría, siendo la respuesta de todo.punto inquietante: ningún avión había pasado ese mañana sobre la Caput Castellae. 

Diciembre 1968. Burgos capital.Sucedió en marzo, hacia la medianoche: un objeto volante que desprendía destellos luminosos surcó las alturas de la capital. No hubo explicación alguna al fenómeno, salvo una certeza, recogida de esta forma por este periódico: «Las luces no eran las propias de un avión, ni tampoco el objeto aludido se desplazaba con la velocidad que es consustancial con los mismos. El citado objeto -o lo que fuera- apareció en dirección Suroeste, desplazándose en su lenta marcha hacia la derecha. La visión fue objeto de los consiguientes cábalas y comentarios por cuantos la presenciaron. ¿Se trata de eso que ha dado en llamarse 'platillo volante' o algún satélite, visible desde estas latitudes? Nada podemos aclarar al respecto, sino exclusivamente limitarnos a señalar esa extraña presencia, cuya naturaleza exacta nadie nos supo determinar».

Julio 1970. La Bureba.
Uno de los informes desclasificados recientemente por el Ministerio de Defensa es el Expediente 700616. Aunque se mantuvo en secreto, parece que la investigación descartó cualquier fenómeno extraño. Se registró en julio de 1970 y el testimonio recogido fue aportado por un piloto comercial que describió así lo sucedido: «A las 11,45 (hora Z) divisamos un objeto, extraño por su forma, y en actitud estática, a unos 30 ó 40 kilómetros al ENE de Burgos capital y de 30.000 a 40.000 pies de altitud. Considerando peligrosa su posición en la aerovía A-23, y cerca del cruce con la B-11, si no se tenía conocimiento de él, intenté comunicarlo a Villafría, pero me fue imposible, por fallo del equipo de VHF. Ascendiendo fuera de la aerovía hasta 11.500 pies obtuvimos tres fotografías del objeto, una de las cuales, ampliada al máximo, enviamos con el presente informe. En mi modesta opinión, le calculo un diámetro, en la parte más larga, de unos 15 metros. a las 12,00 Z, abandonamos la zona y el objeto continuaba en el mismo sitio. El informador concluyó rápidamente que del estudio de las declaraciones se pudo tratar de un globo sonda. Se concluyó que, por la descripción del piloto, corroborada por el fotógrafo, en cuanto a altura, movimiento y forma, así como del estudio de la fotografía, que el objeto podría identificarse como un globo sonda.

Diciembre 1974. San Miguel de Pedroso.
Desde sus tierras de labranza de San Miguel de Pedroso un vecino de Pradoluengo atisbó, entrada ya la noche, un artefacto volador que emitía, según su relato, una fuerte luz a la vez que realizaba extraños movimientos en el aire gélido de diciembre.

Enero 1975. Quintanaortuño.
Es el caso más famoso de todos, hasta el punto de que, en su día, se hicieron eco de él periódicos de otras latitudes, e incluso algún programa de televisión. Cuatro jóvenes cántabros -Felipe Sánchez, Manuel Agüera, Ricardo Iglesias y José Laso- viajaban en un Mini Morris 850 de color blanco rumbo a la Academia de Ingenieros de Burgos, donde hacían la Mili, cuando vieron un extraño fulgor en lontananza, tan potente que, coligieron, no podía tratarse de una estrella. A la altura del kilómetro 252, en una finca junto a la carretera, aquella luminaria en forma de cono les deslumbró. Primero era sólo una luz, posada en el suelo, de varios colores. Luego cobró una tonalidad amarillenta, cada vez más intensa, que emitía destellos. Al cabo se encendieron otras cuatro. Los sorchis, pétreos, tuvieron miedo. Pero Felipe quiso acercarse y avanzó unos metros en dirección al extraño foco de luz. Regresó al cabo, urgido por los otros. A su llegada al cuartel dieron parte de lo sucedido. Sus superiores iniciaron ese mismo día la investigación, trasladándose al lugar de los hechos y encontrándose con casi 300 metros cuadrados de terreno calcinado y marcado por socavones. Agricultores del entorno, preguntados por las autoridades militares, confirmaron que allí no se quemaban rastrojos desde octubre. Luego se sucedieron los interrogatorios e incluso se sobrevoló la zona. Pero la investigación se archivó.Es el otro caso desclasificado recientemente por el Ejércitoespañol.La conclusión del informe de la investigación achaca los testimonios al cansancio y la sugestión tras una noche de fiesta (era la madrugada del día 1 de enero).

Enero 1975. Solarana y Castrillo Solarana.
Sólo dos días después del avistamiento de Quintanaortuño, otro extraño fenómeno luminoso alteró la vida de los vecinos de Solarana y Castrillo Solarana. Descrito como una «media luna rojiza», ese objeto, según declaró la Guardia Civil un vecino de Solarana, le estuvo persiguiendo hasta que llegó al pueblo.

Peral de Arlanza
El 29 de abril de 1975, los jóvenes Julián García, Manuel Maté y Gregorio de Juana regresaban en un SIMCA 1.200 a la finca 'Pinilla', tras haber asistido a una función nocturna de circo celebrada en Peral de Arlanza. Vieron una potente luz a la derecha de la carretera procedente de un objeto opaco y esférico suspendido en el aire. Detuvieron el coche y creyeron ver una figura que parecía humana aunque extraordinariamente alta. Detectaron que la luz (una esfera blanca) se acercaba a ellos que, aterrados, huyeron hacia Peral, donde despertaron al alcalde, José Antonio Martínez Prieto, quien también fue testigo de unos hechos que definió así: «Aquello lo llenaba todo con una luz blanco amarillenta, lo que más nos sorprendió a todos fue la intensidad con la que br illaba. Lo llenó todo con su luz. El pueblo entero y los alrededores, además no se movía, era como un gigantesco faro en el cielo y no emitía ningún ruido, aquello era lo que más atemorizaba».

Septiembre 1977. Páramo de Masa.
Cinco miembros de una familia de Montorio que viajaban en su Land Rover por el Páramo de Masa en septiembre de 1977 no dieron crédito al ser testigos de un avistamiento que los hizo enmudecer y aterrarse: un círculo luminoso de color verde de enormes dimensiones, yendo a ser comparado su tamaño por los testigos del prodigio con el de «una plaza de toros». El periodista J.J. Benítez, investigador de fenómenos extraños que se hizo eco de este caso, sugirió que podría tratarse de un OVNI «tipo nave nodriza».

Noviembre 1979. Villatomil.
Dos labradores de Medina de Pomar,Benito y Fernando Peña, fueron testigos, cuando regresaban de arar sus tierras, de cómo un objeto «de grandes dimensiones y color intensamente rojo» se movía por el entorno de las fincas.Atónitos, como embrujados, lo siguieron hasta que el objeto ascendió y se perdió en el cielo. 

Primavera 1979. Villatomil.
Eran las 23,30 horas de la noche cuando el testigo salió con intención de ir a pescar cangrejos a un río próximo cuando vio una fuerte luz en la ladera de un monte que emitía unos rayos en dirección parecida de la de un faro pesquero alumbrando toda la zona. La luz era de un tono azulverdoso; el testigo a primera vista la identificó con los faros de los guardias forestales y puesto que la pesca del cangrejo estaba prohibida se detuvo pero se quedó sobrecogido al ver que lo que él pensaba que eran guardias forestales era una fuerte luz cuyo foco realizaba una circunferencia completa.

Agosto 1980. La Cerca.
Federico León, vecino de Bilbao, aseguró haber visto en el entorno de La Cerca, a pocos kilómetros de Medina de Pomar cómo un objeto luminoso, sin contornos definidos, bajaba a gran velocidad del cielo.

Febrero 1981. Fuentecén.
El histórico diario Pueblo le dedicó un amplio reportaje al caso de Luis Domínguez, que regentaba el bar de Fuentecén y que en la noche del día 12, tras cerrar su establecimiento, fue asaltado por unas extrañas luces que en un principio atribuyó a un coche. Pero no: las luces subían y bajaban. Corrió a casa y despertó a su familia. Desde allí, vieron aterrizar un extraño objeto luminoso y descender de él algo que parecía metálico. «Vimos algo que se podía decir que era un robot, que tendría la altura de un metro cuarenta centímetros y unos setenta centímetros de ancho. Era un robot cuadrado», señaló al periódico. El tabernero de Fuentecén quiso acercarse al sorprendente fenómeno, momento en el que éste desapareció en la noche «lanzando destellos». Al día siguiente, en la era donde presuntamente se había posado el 'objeto' metálico había marcas, tierra quemada y agujeros bien visibles. El propio reportero del diario Pueblo lo pudo comprobar: los agujeros, que eran tres, tenían unos treinta centímetros de diámetro aproximadamente, eran de forma circular y estaban separados unos de otros por un metro y medio.