La obra del cívico Río Vena acabará en mayo

C.M. / Burgos
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Los trabajos de remodelación encaran la recta final a falta de remates. Ya pueden verse los nuevos accesos sin barreras arquitectónicas, así como la nueva plaza junto a la zona deportiva

Vista de la plaza generada en la zona más próxima al río. Desde ella se accede al área deportiva. - Foto: Alberto Rodrigo

El centro cívico Río Vena se inauguró en 1997 y fue una instalación pionera en Burgos como espacio de convivencia y en el que ofrecer programas de carácter educativo, cultural, social o de atención al ciudadano. Sin embargo, el paso del tiempo ha ido dejando huella tanto dentro como fuera de sus muros que han obligado a realizar actuaciones para adaptarla a los nuevos tiempos.

La última y más ambiciosa concluirá en mayo y ha conllevado un importante cambio en la imagen exterior, mejora de la accesibilidad y nuevos espacios, así como la inversión de 3,7 millones y 24 meses de trabajo. La retirada de las vallas y las casetas de obra que se está llevando a cabo estos días deja ver el resultado final y la gran transformación que ha sufrido el inmueble. Llama especialmente la atención el espacio público que se ha ganado en la zona de acceso deportivo en la que antaño había un aparcamiento, que está flanqueado por unas escaleras y un pequeño jardín. También se ha provisto de una rampa que permite la entrada de vehículos de emergencia.

Paralelamente, se ha mejorado la accesibilidad desde la vía pública, tanto en la entrada principal de la calle Juan de Padilla como de la que da al río con nuevas rampas adaptadas a la normativa. Estos dos accesos junto al ganado en la zona deportiva permiten abrir el edificio en función de las necesidades. 

Se ha mejorado el acceso de la entrada principal. Se ha mejorado el acceso de la entrada principal. - Foto: Alberto Rodrigo

En el interior también se han eliminado barreras en los vestuarios de la zona deportiva y se han hecho accesibles los aseos públicos de las plantas sótano y primera, así como habilitado varios espacios para la realización de actividades. 

Pero sin duda, la mayor transformación del edificio original ha sido el exterior. El revestimiento cerámico de tono beige claro le ha dado un aire moderno, además de reducir el consumo de energía lo que redundará en un importante ahorro a las arcas públicas. También se ha cambiado la cubierta, dado que el inmueble tenía filtraciones. 

La concejala de Servicios Sociales, Andrea Ballesteros, se mostró satisfecha con la marcha de las obras, dado que se han cumplido los plazos. Las obras arrancaron el 17 de mayo de 2022 a cargo de la UTE Emmepolis Novecentro-Geoxa por 3,1 millones aunque posteriormente se aprobó un modificado. La actuación ha contado con 524.721 euros de fondos europeos para la accesibilidad.